Física y química van de la mano, y conjugado a la perfección dan como resultado placer, sensaciones, sentimientos, amor y deseo. Una compleja ecuación que no lo es tanto si con paciencia y dialéctica quedan enumeradas claramente las funciones y demandas para conseguir una sexualidad plena. Los alumnos del máster de Sexología de la Universidad de Almería han sido espectadores de lujo, participando en una intensa mañana de conferencias con el sexo como tema principal. Durante las mismas, los expertos han ido desgranando diferentes términos, su aplicación y la puesta en marcha de las sensaciones.

Tras una presentación realizada por el delegado de Salud de la Junta de Andalucía, Manuel Lucas, a la sazón Secretario General de la Academia Internacional de Sexología Médica, ha tomado la palabra Ricardo da Cunha Cavalcanti, que fuera presidente de la misma asociación especializada, quien ha planteado en su ponencia La química del amor. De este modo, basándola en datos objetivos, ha desgranado los factores que intervienen a la hora de establecer una relación sexual que terminarán en el orgasmo, cenit del acto. Las butacas de la Sala de Conferencias del Edificio de Ciencias de la Salud estaban llenas de estudiantes que, en todo momento, se han mostrado muy participativos. El interesante recorrido por la química ha incluido una parada especial (perfectamente documentada) en la que el profesor ha hablado de hormonas de influencia directa como es el caso de las feromonas, neurotransmisores, oxitocina, etcétera. "Todo esto participará de modo directo en la conducta". "Esta necesidad no podemos enmarcarla solo en la vida sexual, sino en otras muchas facetas de la vida, como cuando tienes sed y pides agua, o estás cansado y quieres sentarte", matizó. El hecho de que sea fisiológico es innato. Desde el principio de los tiempo se ha buscado la supervivencia de la especie. "Al practicar sexo quiere decir que garantizo el tener hijos".

Junto a los ponentes, sentado en la mesa, estaba Lucas, que no perdía un detalle de lo que estaba pasando.

La anatomía deja las cosas claras. No hay lugar a dudas. "Hay cuatro neurovías en el cerebro que controlan los movimientos, la más importante es la mesolínfica que está relacionada con el comportamiento emocional y las relaciones placenteras", dijo Da Cunha. Finalmente, tras muchas derivaciones y análisis, ha llegado a encontrar el centro cerebral del placer.

Su explicación ha contado con soporte visual para que los estudiantes allí presentes no pierdan hilo. Y lo ha conseguido, porque en poco tiempo ha enganchado a los asistentes, que han hecho múltiples preguntas.

El delegado de Salud ha ratificado la importancia de la celebración de este tipo de actividades en el campus universitario para el conocimiento fisiológico.