Almería

Trueque de viviendas para comenzar una nueva vida

  • La moda de cambiar de residencia sin gasto elevado, tan solo ofreciendo una casa a cambio de otra, cala también en Almería Surgen páginas webs especializadas en estos intercambios

Podría ser una actividad que deriva de la situación económica actual, producto de la necesidad y de las ansias por encontrar algo mejor lejos de donde tu historia más reciente no ha sido la mejor. O, simplemente, una evolución en la forma de pensar derivada de las posibilidades que ofrecen las nuevas herramientas de comunicación para establecer soluciones a raíz de necesidades. El caso es que el trueque de viviendas, poco común -al menos hasta los últimos años, pero presente a lo largo de la historia-, es una iniciativa que está yendo al alza en las últimas fechas. Familias, parejas (o de forma individual) se han apuntado a esta permuta -trueque- de viviendas. En los últimos meses han proliferado cantidad de páginas webs (y otras dedicadas al negocio que se han adaptado) en las que unos exponen su vivienda y señalan el lugar donde se quieren ir a vivir.

En términos básicos, una permuta inmobiliaria es un contrato por el cual cada uno de los contratantes intercambia con el otro un inmueble de su propiedad. Ambos se obligan a entregar el dominio de una vivienda para recibir otra.

El Código Civil en su artículo 1538 define la permuta como "un contrato por el cual cada uno de los contratantes se obliga a dar una cosa para recibir otra".

Muchos de estos, deciden cambiar de casa por no poder venderla para emprender una nueva historia, aunque este no es el caso de Ángeles Torres, quien vino a Almería en busca de un nuevo trabajo en el campo y cedió su vivienda a José Sánchez y Anabel Soto, dos extremeños afincados en Almería desde hace casi dos décadas, pero ninguno de los dos conservaba su trabajo, precisamente en el sector donde Ángeles Torres llega para trabajar: "Tenía dos meses para buscar vivienda, puesto que no comenzaba a trabajar hasta verano del año pasado. Así que tuve tiempo para pensar cuál era la opción más idónea. En Badajoz creo que ya he cumplido una etapa y hacía mucho tiempo que buscaba trabajo sin éxito alguno, así que por esa razón decidí, sin pensármelo, cambiar mi casa por internet, puesto que parte de mi familia también vive en Almería, así que no los echaré tanto de menos. Además, las personas con las que intercambio la casa sí tienen la posibilidad de trabajar en Badajoz. Es un cambio para mejor en los dos casos", explica Ángeles, que poco a poco se familiarizando con su nueva vivienda y la zona en la que se ha instalado, en el entorno de la Vega de Acá.

"En Badajoz hemos encontrado la oportunidad que no tuvimos en Almería y descartamos regresar a Alicante por diversos motivos. Estamos satisfechos de que Ángeles ocupe nuestro hogar. En principio, este forma de contrato en la que dejamos nuestra vivienda se podría anular, pero, en principio, ni la intención de unos ni de otros es esa. Así que pretendemos echar raíces, nuevamente, en una ciudad. Se trata de crearse una nueva historia", comenta Anabel.

En cuanto al mercado inmobiliario español, según datos de Fotocasa de principios de 2011, el trueque se disparó de forma considerable durante el año anterior, cuando se registraron 17.000 propuestas de trueque.

El portal inmobiliario empezó a detectar esta tendencia en 2008, que se ha empezado a consolidar a la vista de las cifras: 17.000 propuestas de trueque en doce meses. Las tres regiones que muestran un mayor incremento de ofertas en tasa interanual han sido Aragón (+81,8%), Cataluña (+17,6%) y Madrid (+14,9%).

Según fotocasa, no todos estas ofertas buscan cambiar sencillamente una casa por otra, algunas persiguen cambiar un inmueble por otro de menor valor y cobrar la diferencia obteniendo liquidez inmediata. Por ejemplo, se cambia un piso de 200.000 por otro más pequeño de 150.000 euros, y se obtienen una liquidez de 50.000 euros.

Las cifras del INE señalan que este tipo de operaciones han disminuido hasta las 5.885 en España. Pero esto se debe a que antes las permutas se basaban en solares entre constructores y administraciones. Con el parón inmobiliario, ahora son los propietarios en apuros los que recurren a una de las fórmulas de negocio más antiguas que se conocen.

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