El portavoz del Grupo Municipal de Izquierda Unida, Rafael Esteban, adelantó ayer en rueda de prensa el voto en contra de sus dos ediles al nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que el alcalde elevará a Pleno para su debate y aprobación el próximo lunes. IU considera que el diseño de la ciudad futura planteado por el Partido Popular responde "a los intereses de particulares y privados" en lugar de a la ciudadanía en general.

La oposición está sacándole su jugo al término empleado por Luis Rogelio Rodríguez-Comendador en Bruselas sobre el desarrollo del casco histórico, esa "slow city" a la que el portavoz de IU también se ha apuntado para dar su visión del nuevo PGOU. "El alcalde es lento para defender lo público y rápido para defender y fortalecer los intereses privados de los propietarios del suelo, lo venda como lo venda el señor concejal de Urbanismo", Pablo Venzal. Como ejemplo de ello, Esteban expone los convenios urbanísticos que implican el sacrificio de "equipamiento público por favorecer la construcción de viviendas, como los acuerdos de Correos y Diputación".

Izquierda Unida echa en falta en el Plan General un "proceso de participación" que hubiese desembocado en la incorporación de infraestructuras socioculturales, un plan de movilidad que favorezca el uso del transporte público y la conexión de barrios mediante carriles bici, así como el anunciado por el regidor plan municipal de infraestructuras. El resultado, en opinión de Rafael Esteban, será "una ciudad para sufrirla en lugar de una ciudad para vivirla", que cometerá el pecado de "desaprovechar" el parque periurbano de La Molineta con una "presión urbanística" de unas 5.400 viviendas unifamiliares y plurifamiliares.