Una procesión distinta, donde todos los vecinos se vuelcan con su santo para poder portarlo, y muchos de ellos también procesionaban junto a sus mascotas para la bendición posterior. Pequeños y mayores recorrieron las calles del barrio junto a San Antón.

Antes de la procesión, se procedió a la Santa Misa en la Parroquia de San Juan Evangelista oficiada por Tomás Cano. La procesión de San Antón fue portada por los propios vecinos que se fueron relevando para que todos los que quisieran pudieran llevarlo en algún momento. La Agrupación Musical San Indalecio de La Cañada fue la encargada de interpretar las distintas piezas por los alrededores de la zona de la plaza de Pavía.

Tras la procesión de San Antón, subieron al santo en la plataforma preparada para la bendición, la subasta de rabicos y los bailes tradicionales. No faltaron miembros de la Asociación de Vecinos Casco Histórico como Miguel Bisbal y Juan del Águila.

Y llega el momento más esperado por muchos de los presentes, la bendición. Cada dueño se sentía orgulloso de su mascota, pero muchos también los bendecían para que el año de su animal de compañía fuera saludable.

Es el caso de la perrita Francis y su dueña Francisca. "Ya tiene 17 años, pero yo la cuido muy bien para que aguante lo bien que está", asegura la vecina.

En este encuentro, cada uno cuenta la historia de su mascota. Gema recuerda cómo encontró a su perrita Blanca: "La encontré abandonada, y ya me quedé con ella y la quiero mucho".

Sin conocerse de nada, la perrita Blanca se encontró con otra de características similares y el mismo vestuario. Es Rocci, y su dueña Mari Cruz no duda en ponerle un collar para que luzca en los paseos y, por supuesto, para ser bendecida por San Antón.

En el acto no faltaron perros de distintas razas y tamaños, conejos, gatos y pájaros. Tomás Cano recorrió todo el escenario de punta a punta para que ningún animal se quedara sin la bendición.

Tras la bendición, se procedió a la subasta de rabicos, roscos de pan de aceite y dulces caseros que fueron comprando los presentes en distintos lotes.

Para finalizar el grupo de folklore La Traíña ofreció una serie de bailes con sus alumnas más pequeñas. San Antón acabó la programación de este año con nuevas estampas inolvidables para muchos de los presentes en sus actividades.