Almería

Una arrebatadora dama de la Copla

  • Origen almeriense. Exquisita y apasionada, una auténtica actriz y señora de la Copla, Marifé de Triana hunde sus raíces familiares en la Comarca del Mármol, en la villa almanzoreña de Fines

El Señor se la llevó

una triste madrugada,

y al clarear la mañana

toda la Copla lloró

por Marifé de Triana

(Fandango de José Nieto lardón)

ERA un obituario esperado desde el momento en que se conoció la noticia de que padecía un cáncer. Aunque los más cercanos -caso de Anita, su "tata" de siempre- trataban de minimizar el riesgo, la vida de Marifé de Triana tenía, lamentablemente, pronta fecha de caducidad. El desenlace era cuestión de días, de horas, tras ser ingresada en la Clínica Xanit, de Benalmádena, próxima al domicilio de Torremolinos en el que fijó su residencia dos décadas atrás. Había cumplido 76 años de edad y un lustro de viudedad ya que en 2008 falleció su esposo, José María Calvo: apuesto actor-declamador a quien incorporó a su Compañía en los Sesenta. Al gran amor de su vida le dedicó la postrer y emocionada canción: "Tú no te has ido". Se casaron legalmente en 1982 y no tuvieron descendencia.

Son datos que se repiten en esquelas escritas y televisivas después de ponderar, naturalmente, sus altas dotes interpretativas y dramáticas. Insuperable en el lenguaje gestual y en el manejo de una voz infinita de matices. Coplera tan ilustre que no admite discusión entre aficionados y crítica especializada: con Concha Piquer y Juana Reina encarna la Santísima Trinidad del género musical andaluz y español por excelencia… ¡Y mire usted si disponemos de nombres propios donde espigar! Sin embargo, persisten semidesconocidos otros perfiles de su biografía que nos conciernen especialmente a los almerienses: los ancestros familiares y el arte derrochado sobre las tablas del teatro Cervantes capitalino. Intentaré dar repuesta a sendos enunciados.

a la vera del almanzora

Me queda la desazón de no haber podido charlar tranquilamente con ella de muchas historias: de la desafección de Almería, de su autodidacta formación cultural y cualidades humanas, de comentar libros compartidos, memorias de niñez… No pudo ser, mala suerte. Primero por el fallecimiento del marido y luego la maldita enfermedad. En cambio nos dejó el legado de una irremplazable garganta, arrebatada o acariciadora según requiriese el alma de la letra. La posibilidad de seguir disfrutando de joyas musicales tan redondas como Torre de Arena, La Emperaora, La Loba, ¡Ay, Maricruz!, Tengo miedo, Canta guitarra (del abderitano Ortíz de Villajos), María de la O, Cuchillitos de agonía, Tres puñales, Romance de La Lirio, En una esquina cualquiera, ¡Ay, La Corales!, Amor maldito… y así hasta 540 títulos registrados en la SGAE, amén de las versiones originales de otros intérpretes. Algunos de esos títulos sufrieron el estigma de "prohibida su radiación en Emisoras" por la estúpida, doctrinaria y castrante Censura franquista

Varias generaciones familiares de Marifé de Triana hunden sus raíces en Fines (Almería). Felisa Martínez López (al bautizarla le antepusieron el nombre de María) vino al mundo en la calle Borbollón, de Burguillos, pueblo a tiro de ballesta de Sevilla. A las 13 horas del 13 de septiembre (afortunadamente no era supersticiosa) de 1936, apenas a dos meses del alzamiento militar rebelde. Siendo un bebé se trasladaron a Triana, a la ciudad dominada por el general fascista Queipo de Llano. Tanto sus abuelos paternos (José Martínez/Felisa Capel) y maternos (Julián López/ María Sebastián) eran naturales del hoy industrioso -y ayer agrícola- pueblo del Almanzora. Ambos varones ya habían fallecido cuando ella nació. Su madre y su padre también eran fineses, aunque él, circunstancialmente, nació en la emigración de sus progenitores en Brasil. Llevando de la mano al mayor de los cinco hijos habidos en el matrimonio, se avecindaron en el Aljarafe hispalense. Tal como refleja el Registro Civil era funcionario; aunque algunos afirman que fue contratista de Obras Públicas. En tal caso no debieron marcharle muy bien las "contratas" ya que al morir dejó a la mujer y prole en la precariedad más absoluta; viéndose obligados de nuevo a trasladarse, ahora a casa de un tío de Marifé en Madrid.

Sus biógrafos hacen énfasis en las fatiguitas pasadas y en que la niña se salió tempranamente del colegio, obligada a buscarse el sustento cantando. Lo que desconocen es que durante tres años (de los seis a los nueve) asistió puntual a la escuela pública de Fines, aliviando así a la madre -al vivir con su abuela María- de una boca menos. Tal cúmulo de vivencias al parecer no fueron suficientes para que el Ayuntamiento de la localidad le rindiera el homenaje debido: un busto, una calle, una cerámica en la casa... ¿Tan sobrados andan de hijos ilustres? Tampoco el resto de la provincia se portó bien con ella, y no me refiero a sus miles de seguidores confesos: promotores y autoridades la desairaron, no le dieron el sitio debido. Con elegante desdén la ya consagrada estrella manifestaba a Diario Ideal:

Estoy extrañadísima, de verdad, muy extrañada, porque mis raíces están ahí, de que recorra toda Andalucía menos Almería. Me extraña y me duele un poquito, aunque también quiero ser sincera y pensar que si no me llaman es porque no les intereso.

Pues señora, a estas alturas no debería usted extrañarse y saber que en la tierra de sus mayores, y la mía, sienta plaza la mediocridad, la estulticia y la envidia. Donde cualquier iluminado se arroga el liderazgo de la cultura popular y oficial. Fuera de su influencia, la indiferencia. Otra cosa habría sido en Roquetas de Mar

teatro cervantes

Marifé visitó Almería en el bienio 1950/52 enrolada en el Teatro-circo Chino de Manolita Chen, aunque su debut como cabecera de cartel tuvo lugar los días 7 y 8 de enero de 1958 en el teatro Cervantes. Fue con La Emperaora, fantasía lírica en dos partes y música del maestro Gordillo. En el espectáculo destacaba el ballet de Paco Torres y el tonadillero Juanito Osuna. Debemos subrayar que en ésta ni en las siguientes gacetillas la prensa especifican los temas interpretados; aunque en el repertorio iba incorporando los títulos de mayor aceptación grabados. Tampoco aluden en ningún momento su almeriensismo ni le recaban entrevistas.

El 20 de enero de 1960 anuncia Carrousel de España (de León, Molés y Quiroga). En el elenco repite Juanito Osuna y se incorporan Los Paquiros

En la tercera venida a la ciudad -7 y 8 de enero 1965- presenta Martirio la Cantaora. En las distintas funciones destacan a "Los Serranos, cantaores de mucha solera" y a su futuro esposo, José Calvo: "Recitador que deleitó al auditorio con unos bellísimos romances".

En la cuarta y última actuación en el Cervantes (04/01/1966), la "genial intérprete de la canción andaluza lidera "La niña de Agualucero", con la colaboración especial de Enrique Montoya. En los diez "cuadros" de la obra escrita para su lucimiento, Marifé de Triana vuelve a subyugar a un teatro que había colgado el cartel de "No hay localidades". En noviembre de 1989 participó en la fiesta inaugural de Canal Sur Radio, pero esto que lo cuente alguno de sus invitados.

Marifé de Triana durante una actuación

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