Almería

Un agente de seguros gana la batalla a Mapfre

  • Fue despedido porque la compañía no admitía que su hija abriera otra empresa del sector en la misma calle de su oficina

Un agente de seguros de Almería, identificado como Miguel Gil, ha ganado la batalla a Mapfre después de que la empresa decidiera rescindirle el contrato cuando supo que su hija había abierto otra empresa del sector muy cerca de la oficina de la multinacional. Mapfre pretendía desahuciarlo del local que ocupa tras negarse éste a abandonarlo por su propia voluntad, pero un juez le ha dado la razón y ahora tiene todo el derecho a ejercer su actividad profesional en el mismo. El magistrado ha desestimado la demanda interpuesta por Mapfre Familiar al entender que "no se ha producido la extinción del contrato de la agencia de seguros, condición previa y necesaria para que el agente abandone el local que ocupa".

Miguel Gil ha trabajado durante 14 años para Mapfre y ha creado una de las mayores de clientes de la provincia de Almería. Según explicó a este periódico, "una vez que me comunicaron la rescisión del contrato, la empresa pretendía arrebatarme el 100% de los derechos económicos así como los clientes, con lo que mi familia, mis empleados y yo nos quedábamos en la calle sin trabajo ni ingresos". "Cuando me negué a abandonar el local llamaron a un cerrajero para intentar cambiar la cerradura encontrándonos dentro y en horario de trabajo. Fue entonces cuando interpuse una denuncia ante la Policía contra los directores de Mapfre que pretendían desalojarme del local", explicó.

Desde el mes de marzo de 2012 la aseguradora no les ha pagado ni un solo euro, por lo que ha tenido que comenzar desde cero manteniendo el puesto de trabajo de sus empleados. Su cartera de seguros ha pasado a manos de otro agente y frente a su oficina han abierto otra de la misma compañía, en apenas 20 metros de territorio, en la Avenida del Mediterráneo.

Este caso no ha sido el único en España. En Cádiz han sido varios los agentes que han denunciado la situación ante el cierre de oficinas locales porque Mapfre no entendía que familiares de los titulares trabajasen para otras empresas del gremio. Miguel Gil, que tiene en su poder el fallo del Juzgado de Primera Instancia Número 5 de Almería favorable a él, ahora espera que su situación pueda resolverse y que la compañía aseguradora Mapfre llegue a un acuerdo con él y le indemnice por todos los años de trabajo que ha invertido en su negocio, así como por el despido y daños a su imagen profesional. Insiste en que tendrán que acordar los derechos económicos del beneficio que genere su cartera mientras sigan existiendo pólizas en vigor, tal y como consta en su contrato, renovado en enero de 2012.

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