Padres y alumnos del colegio privado concertado Divina Infantita de la capital han mostrado su indignación en los últimos días. Uno de los maestros que ha estado impartiendo clase durante los últimos años (de Educación Física) ha tenido que abandonar el centro, el cese del trabajo es totalmente lícito, pues se le acaba el contrato, pero no ha sido del agrado de los padres, así como tampoco de los alumnos. La imagen más clara de esto sucedió ayer. Era el último día laboral de este docente. Así que a su salida, los menores que han estado bajo su docencia en estos años, le habían preparado todo tipo de regalos. "Para que se acordara de ellos", comenta un padre (prefieren no desvelar su identidad para evitar desquites). Además, mientras decía adiós, el docente tuvo que firmar y estampar dedicatorias a los que fueron sus alumnos.

"Para nosotros era más que un profesor. Su trabajo es brillante y se involucraba como ninguno en los quehaceres diarios de los pequeños, en sus problemas y se podía dialogar con él. Vemos injusto que le dejen ir así cuando todos los padres estamos de acuerdo y exigimos que continúe", explica otro de ellos.

El día de la despedida, cuando terminaba la jornada escolar, los padres realizaron una sonora pitada en la puerta del colegio, utilizando para ello el claxon de los coches y algunos silbatos que se repartieron entre los allí presentes. Para ayer por la mañana había programada una sentada que finalmente no se pudo realizar. Asimismo, para que no hubiera ningún inconveniente, alguien había avisado a los agentes de seguridad y dos coches de Policía estuvieron presentes hasta que comenzaron las clases y los padres y madres que quedaron tras el inicio de estas se disolvieron.

"Era tutor de los de tercero. Al año siguiente le tocaba serlo de nuevo ya en cuarto, pero no lo hicieron así. Se le fue degradando poco a poco hasta que al final han terminado por sacarlo del colegio. Así ha sido. Este maestro, además de en lo estrictamente docente, se involucraba en las actividades extraescolares y dialogaba con los padres sobre cualquier asunto", explica uno de los padres.

Además, entre las medidas que se han llevado a cabo se encuentra la recogida de firmas de la que hoy es la clase de quinto de Primaria. Un total de 28 padres y madres, junto con el apoyo de sus alumnos, manifestaron su deseo de que el maestro de Educación Física continuara y se le renovara el contrato. Algo que finalmente no ha sucedido. "En realidad, lo hemos intentado de varias formas, pero no ha sido posible, aunque no descartamos llevar a cabo alguna otra medida para pedir su continuidad".

El colegio privado concertado Divina Infantita (procedente de la Congregación de Esclavas de la Inmaculada Niña), situado en Calzada de Castro, da educación a alumnos de Infantil, Primaria y Educación Secundaria Obligatoria, siendo uno de los referentes de la capital en distintos sectores de la formación académica. En 1962, en la calle Carrera Doctoral, comenzó a practicar la docencia aplicando lecciones a niñas. La forma que tiene el actual colegio se formó tras las obras que se ejecutaron en el año 1978.