Almería

El almeriense que brilló en Rusia

  • Energía solar. Prácticamente desconocido para la sociedad científica y española en general, el almeriense Federico Molero Giménez fue pionero en la URSS en su desarrollo industrial

EN la provincia en que tiene asiento la Planta de Energía Solar de Tabernas o el Centro Astronómico de Calar Alto (sierra de Filabres), no todos son, afortunadamente, davidbisbales, folclóricos u obispos. También es cuna de destacadas personalidades en otros ámbitos del Arte o las Ciencias. Caso de Ginés Morata Pérez (Rioja, 1945), Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica. O Federico Molero Giménez, un científico silenciado (como tantos otros) por el régimen del general Franco. Totalmente desconocido para sus paisanos (ahí me incluyo) y al que hoy rescatamos, un siglo después de su nacimiento, como primicia en Diario de Almería. No lo busquen en diccionarios biográficos o anuarios de almerienses ilustres (hombres y mujeres) por que no lo hallarán.

Para mí fue una enorme sorpresa la lectura del reportaje "El ingeniero que domó el Sol" (El País, domingo 1º de septiembre), firmado por Rafael Méndez. Tras la natural alegría, me apliqué en la tarea de aportar luz sobre ciertos aspectos biográficos y profesionales de su dilatada e intensa primera etapa. El periodista solo proporciona el primer apellido, año de nacimiento y ambigüedad en cuanto a su estancia en Almería hasta el inicio de la Guerra del 36. A partir de ese trabajo (en el que incorpora los testimonios de su yerno, José Manuel Naredo -premio Nacional de Economía y Medio Ambiente-, y del catedrático sevillano Valeriano Ruíz), indagamos en archivos y registros varios. Google (esta vez sí) nos ayudó asimismo con información complementaria procedente de Australia, EE.UU. y la propia Rusia .

Paseo del Príncipe

Hijo único del matrimonio (noviembre, 1906) entre Federico Molero Levenfeld y María Giménez García, el niño vino al mundo el 11 de enero de 1908 en el nº 69 del Paseo de Almería (entonces bulevar del Príncipe). Casa suntuosa (frente al teatro Cervantes) propiedad de su abuela materna, Margarita García Blanes, perteneciente a una familia acomodada e influyente de la burguesía provincial; en la que sobresalían sus hermanos Miguel, Baldomero y Ulpiano: abogado, médico y diputado a Cortes. La rama paterna, oriunda de Granada-Sevilla, se avecindó a comienzos del pasado siglo XX en calle La Reina, amasando una considerable fortuna en el sector de la minería.

El padre, asimismo ingeniero militar de Caminos, ocupó importantes cargos en la empresa privada y pública: subdirector de la Compañía de Ferrocarriles del Sur de España, representante de la empresa constructora del muelle de Levante y del andén de Costa, director técnico de la compañía eléctrica Mengemor y vicepresidente del Club Hípico. Falleció joven, a los 32 años, víctima de una lesión cardiaca, dejando huérfano a nuestro protagonista con muy poco meses de edad al cuidado de su madre, abuelas y Enrique Giménez, tío materno y acaudalado banquero con el que más adelante realizaría frecuentes viajes por Europa. Asistió al Instituto de 2ª Enseñanza almeriense y en enero de 1917 marcha con su madre a Madrid, donde lo matriculan en el Colegio el Pilar y cursa la carrera de ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, concluida a los 22 años con brillantes notas.

militancia política

Regresa a Almería en la que, al margen de sus estudios, inicia una intensa actividad política. Al proclamarse la II República Española milita en el Partido Republicano Radical Socialista y en junio de 1931, en un abarrotado Salón Hesperia, presenta brillantemente a la también paisana Jimena Quirós Tello, primera almeriense en alcanzar el doctorado en Ciencias e igualmente relegada al olvido. Es nombrado ingeniero de la sección de Vías y Obras de Diputación, vicepresidente del Cultural Deportivo Almeriense (club de fútbol representativo de la ciudad), publica artículos en prensa e ingresa seguidamente en el Partido Comunista.

A la salida de un mitin al que acuden sociedades de socorro obreras y los sindicatos de Barrileros y Esparteros, es detenido por el gobernador civil Alas Argüelles por liderar una manifestación no autorizada. Durante meses padece prisión (sin estar acusado de cargo alguno) junto a otros dirigentes comunistas: Justiniano Bravo, Antonio Felices o Juan García Maturana. Éste, a su regreso del exilio en Rusia, lo recordaría en manifestaciones al periódico local sucesor de Yugo, diario del Movimiento: "Molero era un sabio… Un personaje que habría que redescubrir para que los almerienses supieran lo que trabajó y en lo que trabajó".

madrid

Tras salir de la cárcel y sufrir una causa judicial por el "delito de reunión ilícita", forma parte de la candidatura del PCE en las elecciones de diputados a Cortes de noviembre de 1933, en las que fueron superados por la conservadora Acción Popular y el Partido Socialista. Al serle denegado su reingreso al destino de ingeniero en Diputación, del que había sido separado, se aleja definitivamente de su ciudad natal, a la que jamás regresaría. En Madrid se reintegra a sus tareas profesionales en un puesto de responsabilidad del Ministerio de Obras Públicas. La República -copio de lo manifestado por su yerno al periodista- pronto utiliza sus conocimientos:

"Como ingeniero, duplicó la traída de agua del Canal de Isabel II, entonces llamado Canales de Lozoya, lo que permitió a Madrid soportar tres años de asedio… El creó el primer "arrastre" en Navacerrada. Se trata de un teletrineo que subía a la Bola del Mundo (pico de 2.265 metros); arrastre que fue usado durante la Guerra Civil para subir obuses a la batería de la cumbre… Participó activamente en la defensa de los depósitos de agua de la ciudad y usó sus conocimientos de la red de distribución y alcantarillado para contraatacar en la Ciudad Universitaria…".

Del importante papel jugado en la defensa de Madrid como jefe de Fortificaciones, su nombre es destacado en distintos memoriales, entre ellos "Nuestra Guerra", de Enrique Líster. Casado con María Luisa Bravo, al entrar las tropas de Franco en la capital, marchó exiliado a Rusia, a la que poco años después se uniría su hija María. Federico Molero Giménez regresó a España definitivamente en 1968, falleciendo en Madrid el 7 de marzo de 1969 a consecuencia de una delicada operación de estómago. En ese interín aún le dio tiempo a participar en las obras del trasvase Tajo-Segura.

unión soviética

Es la fase de su vida más fructífera y donde logra sus mayores éxitos científicos en calidad de, además, doctor en Físicas. "Es nombrado director del Instituto de Energía Solar de la Academia de Ciencias. En Tashkent diseña unos discos parabólicos que concentraban la radiación solar en un punto… En el Cáucaso llegó a tener plantas de escala industrial". En la Guerra Fría, los avances tecnológicos de la URSS se siguen con interés en Occidente. Las noticias sobre los desarrollos de Molero hablan de poner en regadío vastas zonas de aquella república utilizando la energía solar. Como conclusión, valgan estos apuntes para subrayar la brillantez de un personaje sobresaliente, relegado al olvido en España y Almería.

Fotografías:

No llevan pie de texto

Antonio Sevillano

Diario de Almería, domingo 8 de septiembre 2013

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