Almería

Mojácar se convierte en el bastión para los profesionales de la bicicleta

  • Las buenas condiciones climatológicas y la variedad de carreteras, claves para elegir el pueblo como sede para los profesionales que preparan el Giro, la Vuelta o el Tour

Nada podía imaginar el herrero escocés Kirkpatrick Macmillan del furor desatado por su invento de dos ruedas con pedales, menos aún de las innovaciones introducidas en su artefacto hasta llegar a la bicicleta actual. Ni él, ni los posteriores inventores de piezas y ruedas de goma, en Francia los hermanos Michelín crearon un neumático desmontable y en Italia, Giovanni Battista Pirelli hizo lo propio, jamás pensaron que este peculiar sistema de transporte duplicaría en el mundo al número de coches, como tampoco que en el año 1903 se disputaría el primer Tour de Francia con 2.428 Kilómetros de recorrido ideado por Henri Desgranges. El primer Giro de Italia, creado por Costamagna, Cougnet y Morgagni, se celebró en mayo de 1909 y, más adelante, la Primera Vuelta Ciclista a España en 1935, ideada por Juan Pujol. La principal prueba en ruta por etapas sudamericana, la Vuelta Ciclista a Colombia, no se celebró hasta 1951. La bicicleta al servicio del deporte.

Cuentan, vaya usted a saber, que un ciclista español, Federico Bahamontes, subía como una moto los puertos de montaña al extremo de apearse de la bicicleta, comerse un bocadillo, y esperar a que llegasen los demás corredores ciclistas. Será realidad o leyenda pero, en la actualidad, esto sería impensable. Hoy día los ciclistas de élite, como cualquier deportista de nivel alto, siguen o han de seguir una planificación previamente diseñada de cara a su óptimo rendimiento. De ahí la importancia de las pretemporadas, el periodo de readaptación del organismo a trabajar fundamentalmente el metabolismo aeróbico. Los equipos ciclistas profesionales fijan hasta el más mínimo detalle. Uno de ellos, el lugar donde concentrarse para esta preparación. Y desde hace unos años, merced al esfuerzo de Ricardo Escudero, director de zona en el Levante almeriense de la cadena hotelera Bets, Mojácar es el destino elegido por varios de estos equipos.

A las nueve de la mañana desfilan por los pasillos del hotel Marina Playa los componentes de los diferentes equipos en dirección al restaurante. Previamente, algunos de ellos pasan por una sesión de riguroso ejercicio muscular. Con el tanque de combustible lleno hasta la cerradura, los respectivos directores deportivos y técnicos agrupan a sus ciclistas, dan las últimas instrucciones y a pedalear. Por una carretera se pierden los corredores del Rabobank; los del Katusha por otra, y las componentes femeninas del Belgian Cycling Team toman rumbo distinto a los anteriores. Más de un centenar de kilómetros les esperan por delante hasta su regreso al hotel a las cinco de la tarde aproximadamente. Masaje, ducha, descanso y nuevamente a repostar. Descanso, charla telefónica con la familia y a dormir. Así, más o menos, pasan sus días de entrenamiento en Mojácar los profesionales que después competirán en cualquier lugar del mundo.

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