Almería

El 'hermano' del mayor desastre ecológico del siglo XX en la provincia

  • En 1991 un incendio calcinó en la Sierra de Gádor más de 12.000 hectáreas. Sus secuelas aún son visibles

El incendio que se originó este martes por la noche trae al recuerdo de muchos el que se originó el 24 de agosto del año 1991 y que calcinó más de 12.000 hectáreas. Fue el más importante que se ha declarado durante el siglo XX en la comunidad andaluza y está en el top ten de España en cuanto al número de hectáreas afectadas. Desgraciadamente el incendio de la sierra de Gádor también figura en los archivos de Medio Ambiente como el siniestro mas grave ocurrido en España provocado deliberadamente por la mano del hombre. Un pulmón de la provincia almeriense sufrió graves e importantes consecuencias que todavía, y han pasado ya 23 años, sigue arrastrando secuelas.

Las llamas y las densas columnas de humo del incendio se divisaban en un radio de más de treinta kilómetros. Ese año, más del 85% de la superficie quemada en la provincia correspondieron al incendio de la sierra de Gádor, un desastre ecológico de funestas consecuencias. Las características del incendio respondían nítidamente al perfil de fuego provocado. Presentaba cinco frentes en distintas zonas de los municipios de Alhama, Eníx, Felíx, Terque y Rágol.

Según los técnicos especialistas, el fuego se inició en Canjáyar aunque su propagación afectó a diez municipios más, tales como Padules e Instinción en su primera fase. Ardieron unas 8.000 hectáreas según las mediciones oficiales efectuadas por personal del IARA y técnicos de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, aunque el Colegio Oficial de Ingenieros de Montes elevaron la cifra de hectáreas hasta 12.324.

En las labores de extinción intervinieron más de medio millar de efectivos en tierra, apoyados por avionetas y helicópteros descargando millones de litros de agua sobre el virulento fuego avivado en ocasiones por fuertes rachas de viento. Durante los dos días que se tardó en controlar y extinguir el incendio se vivieron momentos de alta tensión ante el temor y amenaza de que el fuego lograse llegar hasta núcleos urbanos. No obstante casi un centenar de cortijos, algunos de ellos habitados tuvieron que ser desalojados por las autoridades, ya que el frente del fuego en determinadas zonas de la sierra llegó a alcanzar los diez kilómetros de longitud. Un elevado numero de cortijos abandonados ubicados en plena sierra fueron pasto de las llamas.

La superficie quemada afectó en un cincuenta por ciento a zona arbolada, matorrales y monte bajo. La vegetación arbórea destruida fueron fundamentalmente encinas y diversos tipos de pino. El incendio de la sierra de Gádor fue calificado en su día como de un autentico desastre ecológico. Posteriormente hubo grandes dificultades adicionales para la repoblación y regeneración de la cobertura vegetal destruida y desgraciadamente tan escasa en esta zona de la provincia.

Las dificultades orográficas y las condiciones meteorológicas adversas, como fuertes vientos de levante impidieron que las previsiones de controlar el incendio en un menor espacio de tiempo se desbordasen ampliamente.

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