Almería

"No hay sensibilización ni vigilancia policial en las plazas de minusválidos"

  • Esta mujer con discapacidad física denuncia que no puede aparcar cuando va a trabajar

Que no exista ningún tipo de barrera para las personas en situación de discapacidad es tarea de todos. Toda la comunidad debe conocer y aplicar de forma natural, diversas normas que harían el día a día más fácil a este colectivo. Pero no todo el mundo tiene la misma sensibilidad, ni está por la labor de ayudar. Prueba de ello es la situación por la que tiene que pasar María Emilia Alonso Reyes cada vez que llega a su trabajo. A sus 53 años, esta mujer sufre una discapacidad con la que convive desde su infancia a consecuencia del virus de la polio. Acompañada por sus muleta, y en ocasiones de su silla de ruedas, María Emilia trabaja en el Hospital Torrecárdenas de la capital, donde a pesar de haber un número más que suficiente de plazas de aparcamiento reservadas para personas con movilidad reducida, "es imposible aparcar". "Es una lucha que ya me tiene agotada". "No hay sensibilización ciudadana ni vigilancia policial en las plazas de minusválidos". "Cuando llego a mi trabajo no tengo sitio para estacionar porque otras personas que no tienen discapacidad, ocupan este espacio". Según ha señalado esta ciudadana, "hay veces que en estos estacionamientos hay vehículos que no tienen ni tarjeta, y en otras ocasiones la tienen pero pertenecen a familiares". María Emilia ha asegurado que conoce un caso concreto de un matrimonio que trabaja en el centro hospitalario y que tiene un hijo con discapacidad por el que disponen de la tarjeta de minusválido. La pareja acude diariamente a su trabajo haciendo uso del documento con el que aparcan en los aparcamientos reservados para personas con movilidad reducida. Como este ejemplo hay otros muchos que muestran la falta de sensibilidad de las personas hacia la discapacidad. "Si quieren la ventaja de los discapacitados que cojan también la discapacidad", ha señalado María Emilia. A esto hay que sumar la escasez de vigilancia policial en este tipo de aparcamientos. "He visto que en alguna ocasión han observado durante varios días a los conductores de vehículos con la tarjeta de minusválidos que aparcan en las zonas reservadas". "Hay casos en los que tenemos suerte y las autoridades ponen medios, pero la pillería de algunos ciudadanos se les escapa". María Emilia pide ayuda para evitar que esto siga ocurriendo. "Llevo muchos años trabajando en el hospital. Antes ni si quiera existían las plazas reservadas y tenía que aparcar donde podía y subir con las muletas. Pero los años pasan y las secuelas de mi enfermedad me van dejando sin fuerzas". Almería cuenta con 232 zonas reservadas a este colectivo. Con cerca de 3170 plazas de aparcamiento en zona azul. El total de personas en Almería capital que tienen tarjeta de la Junta que acredita su discapacidad asciende a 1100. A las que se suman 230 para personas discapacitadas pero que no tienen vehículo propio o no poseen permiso de conducir.

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