Ante la misma sede del órgano judicial que ha vuelto a concederle una cierta esperanza a un inmueble que se encontraba casi desahuciado, los colectivos agrupados en la plataforma Desmontando El Algarrobico escenificaron ayer una parodia del Quijote, aunque en esta ocasión, el hotel de Carboneras ocupaba el lugar de los molinos manchegos. "En un lugar de la costa, de cuyo nombre no quiero acordarme, hace ya algunos años que corruptos, especuladores de los más variados pelajes, vinieron a acordar construir un monumento a la avaricia y la sinrazón", comenzaban su representación crítica a la que no faltó ni el detalle de las ropas de la época que desafiaban el sol que caía a plomo en la plaza de España de la capital granadina.

Además de la performance para llamar la atención, los integrantes de la plataforma tenían un motivo para desplazarse frente a la sede del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, como era exigir que se ponga en marcha el protocolo de actuación suscrito entre la Junta y el Ministerio de Medio Ambiente para derribar el hotel y para la restauración ambiental del paraje. Además, solicitaron la recusación de los magistrados que deben decidir sobre la legalidad de la licencia que permitió la construcción del hotel y que ya lo hicieron sobre la calificación del suelo en la que se asienta, algo que ha dilatado el proceso durante meses, sino años.

Los colectivos estiman que los magistrados han cometido "graves irregularidades" al dictar un fallo en el que se consideraba que los suelos donde se asienta el hotel y que, como han manifestado en repetidas ocasiones después de conocerse el fallo, "hacen prevalecer el urbanismo sobre el medio ambiente, en contra de la legalidad y vulnerando sentencias del Tribunal Supremo, ya que esa resolución es contradictoria con las anteriores, afecta al interés general y genera inseguridad jurídica".

Según Enrique Ruiz, portavoz de la asociación Amigos del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, "lo más preocupante es que esos mismos jueces han de dictar sentencia sobre la licencia de obras del hotel que ya fue declarada nula en 2008 por un juzgado de Almería" y mostró su preocupación porque "en este caso se está dando un giro de 180º en el que se han logrado una veintena de victorias judiciales, convirtiendo El Algarrobico en un símbolo estatal e internacional de la lucha contra la especulación y la corrupción".

Esta decisión sobre la licencia de obras se considera clave a la hora de determinar el futuro del hotel. Las dos administraciones, por primera vez de acuerdo, consideran la misma como el pistoletazo de salida de cara a iniciar sus respectivas actuaciones para la demolición del hotel.

El TSJA aún no ha admitido a trámite el escrito de recusación presentado por Ecologistas en Acción y Salvemos Mojácar. Estos cuatro magistrados también son objeto de la querella criminal por presunta prevaricación elevada ante el Tribunal Supremo por la resolución del 25 de marzo en la que declaran urbanizable los sectores ST-1 y ST-2 del paraje del Algarrobico y los ubica al margen de la protección ambiental del parque natural de Cabo de Gata-Níjar.

Los mismos jueces autores de esta sentencia, la primera que se pronuncia en este sentido, deben fallar, además de sobre la licencia municipal de obras, sobre la adaptación de las normas subsidiarias a la Ley de Ordenación Urbana de Andalucía (LOUA) que en 2009 hizo el anterior equipo de gobierno de Carboneras, liderado por el socialista Cristóbal Fernández, y en la que se calificaba el suelo sobre el que se asienta el hotel como "urbanizable", así como el sector adyacente, donde se prevé un residencial con 250 viviendas y varios hoteles.