Almería

Media de 38% de paro en los barrios frágiles de la capital

  • Zonas como La Chanca y El Puche superan el 60% de población en situación de desempleo El porcentaje de paro de la ciudad es de casi el 21%, con 26.248 parados según el SEPE

De las más de 128.000 personas en edad de trabajar residentes en la capital (población activa), 26.248 (el 21%) están desempleadas según el Servicio Público de Empleo Estatal. No es un dato elevado teniendo en cuenta los parados otras capitales de provincia, lo que sí llama la atención es la desigualdad, la brecha que se ha generado entre unos barrios y otros, los menos afectados por la crisis y los tradicionalmente más boyantes, frente a los desfavorecidos, esos que se han ido convirtiendo en frágiles. En Almería, por ejemplo, el barrio de El Puche supera el 65% de personas desempleadas y La Chanca ya llega al 60%, dependiendo e la zona, este barrio almeriense posee sectores de casi un 80% de paro, una cifra durísima para los que allí viven y que busca una forma de reconciliarse con sus niveles básicos.

Los datos varían, y, por tanto, zonas céntricas que abarcan desde El Paseo, pasando por la Rambla, Oliveros y otras como Cortijo Grande, Nueva Almería o Nueva Almería apenas poseen un 10-15% de paro.

Un ejemplo claro de desatención es La Chanca, creada en el siglo X en tiempos de Abderramán III, despoblada en el XII y abandonada por los gobernantes en el XIX. Desde ahí radican sus males. El 40% de sus habitantes carecen de estudios y la tasa de paro, muy variable según el periodo, apenas baja del 30% según un informe elaborado por el Ministerio de Fomento. El 30% de sus viviendas son anteriores a 1951 (cuadruplicando el porcentaje de la ciudad de Almería) y las quejas más comunes de los vecinos tienen que ver con la delincuencia (62,39%) y por la escasez de zonas verdes (73.66%). Según este estudio, otro de los problemas del barrio es que "durante muchos años, las viviendas y espacios públicos han sido utilizados al margen de la ley, con traspasos, compra-venta, pisos-patera de alquiler u ocupación ilegal de espacios públicos. En la actualidad, predominan habitantes de origen inmigrantes por encima de los de etnia gitana.

Sin embargo, La Chanca es uno de los barrios que más ha aportado a la cultura almeriense, con una fuerte identidad tradicional y con un foro, el de la Chanca, que integra a casi 50 colectivos que no paran de luchar por el auge de su zona. Zonas cercanas como San Cristóbal o Colonia Morato comparten estas características. En el caso del barrio de San Cristóbal, aún sigue existiendo déficit de alumbrado.

Según el estudio del Ministerio de Fomento, con estos datos sobre la mesa, la percepción que tiene la gente sobre este tipo de barrios es negativa y eso constituye dificultad para la integración social y la boral de los vecinos.

Sucede lo mismo en El Puche, donde el 70% de sus habitantes no es poseedor legítimo de una vivienda y el 10% de estas están formadas por un adulto y varios menores. El 43% de los ciudadanos no cuenta con estudios y la tasa de paro se acerca en 2013 a la mitad de al población. Es difícil encontrar un empleo estable pues la tasa de ocupados eventuales es alta, con un 84,27%, casi tres veces la media de la capital. Los vecinos reclaman mobiliario urbano y rehabilitación de edificios además de la remodelación de sus infraestructuras, apenas modernizadas desde la década de los 70.

Los Almendros, el barrio de Araceli y Piedras Redondas comparten infinitas particularidades. Esta zona periférica está caracterizada por su condición de isla urbanística. Los Almendros se creó para al realojo de población marginal en los años ochenta y aunque los edificios no son antiguos, la calidad sí deja un tanto que desear. Un 24% de las viviendas del barrio no tiene ascensor y en algunas calles de este barrio y el de Araceli no se dispone de red de alcantarillado adecuada. Además, aparecen áreas de chabolas en los límites de los barrios como en la zona este de la calle Niña de la Puebla. Su espacio público está muy degradado. Casi el 40% de los habitantes de esta zona no tienen estudios.

Otra zona desfavorecida en la capital almeriense es la de Araceli, que contempla barrios como el de El Quemadero, la Fuentecica y San Valentín. Aquí existe un Plan Piloto de actuación integral en zonas sensibles de Andalucía con presencia significativa de población inmigrante. Se caracteriza por la pobreza y el bajo nivel socioeconómico. El indice de ocupación de viviendas de este barrio es de 23,88 metros cuadrados por habitante.

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