Almería

Salud Mental trata a un centenar de menores con anorexia en un año

  • El trastorno alimentario es más frecuente en niñas a partir de 11 años Las consultas aumentan por los estándares de moda

La Unidad de Salud Mental Infanto Juvenil (USMI-J) del Complejo Hospitalario Torrecárdenas ha tratado a un centenar de menores de 18 años a lo largo del pasado año 2013. En concreto, y tal y como ha detallado la coordinadora de esta unidad, Alma Martínez de Salazar, han sido 102 los menores que han pasado por estas consultas y que sufrían anorexia.

Un trastorno de la alimentación que se caracteriza porque el niño, aunque tenga apetito, se niega a comer. Es más frecuente en las niñas a partir de los 11 años, edad en la que comienzan a experimentar cambios físicos y a preocuparse por su imagen. Los datos facilitados por la (USMI-J) indican que entre 2012 (92 menores) y 2013 (102), ha habido un incremento leve en el número de casos. En total, entre adultos y niños, sufrieron este trastorno alimentario en el año 2012 unas 747 personas que pasaron a 858 en el pasado año 2013.

Para la coordinadora de la unidad y psicóloga clínica, "la variación es mínima". "En los últimos años la prevalencia continúa siendo la misma, si bien es cierto que las consultas han aumentado por mantener los estándares que la moda impone". Martínez de Salazar ha señalado que el hecho de que el número de casos no haya experimentado un incremento notorio se debe principalmente a el especial hincapié que se está haciendo desde el Servicio Andaluz de Salud en los correctos hábitos de vida saludables en los centros escolares, donde se incide en una correcta alimentación, en el fomento del ejercicio físico, así como en el seguimiento de los pediatras. En lo que a la causa de este trastorno se refiere, no hay ninguna en concreto, sino que se debe a una serie de factores. Por ejemplo causas psicológicas, sobre todo cuando hay una relación conflictiva con la madre o cuando la madre o alguna otra persona de la familia también es anoréxica.

Los niños suelen imitar estas conductas. Orgánicas, debido a una enfermedad subyacente que provoca inapetencia. En este caso, hay que identificar y curar esta enfermedad. Y por último funcional, una alteración en el desarrollo del hábito alimentario. Los malos hábitos de alimentación pueden llevar a los niños a la anorexia. La responsable de la USMI-J ha insistido en que la anorexia se cura y que para ello es esencial tanto la figura de los profesionales que integran la unidad, como la familia, que debe de implicarse al cien por cien en el seguimiento del menor.

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