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Almería

Las altas temperaturas y una sequía histórica marcan el primer semestre

  • La provincia registra uno de sus peores arranques del año hidrológico y no alcanza ni el 50% de los valores normales La previsión de la AEMET hasta septiembre contempla una mejoría

Otoño, invierno y primavera para olvidar. La provincia ha sufrido uno de los peores comienzos del año hidrológico, con una drástica caída de las precipitaciones en la mayoría de municipios y la sequía ya empieza a ser calificada como histórica. Sin llegar a la gravedad de otras regiones vecinas como la murciana y valenciana, dónde se ha registrado el periodo más seco desde que se tienen datos sobre las lluvias hace 150 años, Almería afronta un periodo hidrológico nefasto, extremadamente árido con precipitaciones que no llegan ni al 50% de los valores normales. El fantasma de la sequía ha vuelto a planear sobre las provincias de una franja que se extiende por el este y sureste peninsular desde Castellón hasta Almería y se han encendido todas las alarmas en el campo. De hecho, los sindicatos agrarios ya han contabilizado en lo que va de campaña más de 40 millones de euros en pérdidas por la falta de precipitaciones.

En su pronóstico trimestral de cara al verano, la Agencia Estatal de Meteorología confirmó ayer el déficit de lluvias de la provincia y el incremento de las temperaturas entre los meses de marzo y mayo. En marzo se registró en Almería una temperatura media de 15,7º, uno por encima de la media, en abril 18,6º (+ 2º) y en mayo 20,4 (+ 1,3º) en un periodo que fue "extremadamente cálido". Para los próximos meses se mantendrá la tendencia y hará más calor del habitual. En cuanto a la falta de precipitaciones, durante marzo se contabiliza una media de 5,6 litros por metro cuadrado, un 39% de los valores normales, en abril no cayó ni una sola gota de agua y en mayo apenas 4 litros, lo que no alcanza ni el 30% del histórico. En definitiva, otro trimestre más, al igual que el anterior, de sequía y preocupación para los regantes. El mejor indicador está expuesto al público, el nivel de los embalses de la provincia que el año pasado por estas fechas contenían 47,6 hectómetros cúbicos y hoy están en 27, 20 menos. El de Benínar ayer tenía 5,40 hectómetros y en junio de 2013 eran 17,20. En lo que respecta a las lluvias, que han propiciado el notable descenso de su nivel, este año apenas acumula 136 litros por metro cuadrado y en junio de 2013 eran ya 318. El pantano de Cuevas disponen de 22,5 hectómetros cúbicos y el año pasado por estas fechas eran 30,4. En cuanto a las precipitaciones, los litros acumulados con 44 y en junio de 2013 un total de 174, una abultada diferencia que muestra el drástico retroceso de lluvias.

El delegado de la AEMET en Andalucía, Luis Fernando López, destacó ayer el "fuerte contraste" entre la gaditana Grazalema y el almeriense Cabo de Gata durante los últimos meses, ya que figuran en los extremos opuestos de más y menos lluvias del país. Sin salir de la comunidad se aprecia una España húmeda en la parte más occidental y la seca en Granada y Almería. Y es que la persistencia en lo que va de año de borrascas y ciclogénesis explosivas que han entrado por el oeste ha causado que las lluvias hayan estado muy mal repartidas, con provincias que han sufrido inundaciones y fenómenos adversos y otras en las que no ha llovido casi nada como Almería. Sin embargo, es posible que durante los meses de verano se registren precipitaciones por encima de los valores normales debido, sobre todo a fenómenos tormentosos como el de la última madrugada en la capital. De julio a septiembre tendremos mucho sol y altas temperaturas, según el vaticinio del organismo público dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, con posibilidad de que aparezcan chubascos de carácter tormentoso como el de la última noche. El verano, que dará comienzo el sábado a las 11:51 horas y finaliza el próximo 23 de septiembre, tendrá más calor del habitual en la mitad oriental y la escasez de precipitaciones propia de esta época estival. Fenómenos que confirman una tendencia, la del calentamiento global.

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