Cuando el pozo está seco sabemos el valor del agua. El enunciado del político Benjamin Franklin tiene ya tres siglos pero nunca perderá la vigencia. Y es que el agua será siempre una fuerza motriz de los municipios y provincias, uno de los ejes sobre los que se asienta su progreso y desarrollo económico y social. En Almería, referente en la nueva cultura del agua por su eficiencia y contención, a pesar de la expansión del regadío, existe un déficit de recursos hídricos que se combate desde el conjunto de las administraciones desde hace décadas porque cuando parece que está superado, se da un mal año hidrológico, tan pésimo como el actual que es el segundo en el que menos ha llovido en el último siglo, y vuelta a empezar.

En los más de tres años que van de legislatura, la Diputación ha convertido el agua y su captación en una prioridad. A pesar de que las soluciones a los problemas de abastecimiento y depuración de los pueblos de la provincia deben llegar desde el Gobierno y Junta de Andalucía, al formar parte del entorno de sus competencias, el actual equipo de gobierno ya ha invertido más de 12,3 millones de euros, la mayoría destinados a las infraestructuras e instalaciones con las que calmar la sed de los municipios con menos recursos hídricos y económicos.

Las cubas que desde hace años permanecían perennes cada día en plazas y calles de localidades como Somontín, Tahal, Benitagla y Benizalón, entre otros, ya sólo aparecen en situaciones extremas y puntuales. Dejaron de formar parte del paisaje de unos pueblos sin agua en los que hoy ya brotan manantiales. El ayuntamiento de los ayuntamientos ha realizado una veintena de sondeos con los que garantizar el abastecimiento a través de la captación de aguas subterráneas. El departamento de Fomento, Agricultura y Medio Ambiente, con el diputado Miguel Ángel Castellón a la cabeza, está centrado por completo desde un primer momento en solventar los problemas de consumo humano, que no de los regadíos, ya sea por escasez de recursos o porque no disponen de agua de calidad -o ni siquiera es potable- al registrar sus canales habituales índices de sulfato y radioactividad altos, tal y como ha venido ocurriendo en los últimos años con localidades de Levante y Almanzora.

Con la puesta en marcha de un reciente sondeo a un kilómetro de Olula de Castro, al que destinaron 40.000 euros con los que lograr tres litros por segundo, ya se han alcanzado ya los 1,3 millones de euros en la ejecución este tipo de perforaciones verticales con las que alcanzar aguas subterráneas con un coste inferior al de otras fórmulas y vías de captación. Los sondeos se revisten de tuberías metálicas con numerosas ranuras u orificios para permitir el paso del agua a veces a profundidades considerables. A veces el acuífero tiene arenas muy finas que son arrastradas por el agua durante su movimiento, de manera que se emplean filtros con gravas de tamaños adecuados entre la pared del sondeo y la tubería ranurada. Con diámetros muy reducidos, de entre 40 y 80 centímetros, estas perforaciones se realizan cerca de los suministros eléctricos para el empleo de los medios mecánicos y de las redes de distribución. La veintena de sondeos realizados por la Diputación, después de los correspondientes estudios sobre el terreno, ya están aportando la integridad de los recursos a los grifos de los pueblos afectados, si bien las cantidades varían entre los 30 litros por segundo que da al Bajo Andarax la perforación de la Calderona, que permitió sustituir al que ejecutó en su día la Junta por su deterioro y complementar al que edificó la Mancomunidad, y el único litro por segundo que aflora del de Benitagla. En poner en marcha este último sondeo se invirtieron el pasado año 23.500 euros frente a los 220.000 que ha costado el de la Calderona, de ahí las diferencias entre los recursos aportados. Lo importante, como apunta el diputado Castellón, es dar respuesta a las necesidades de los municipios sin agua y hoy por hoy las principales demandas ya están cubiertas.

A veces el agua del sondeo no reúne los requisitos establecidos en la normativa comunitaria y se tiene que tratar y mezclar una vez captado en los depósitos. En Vícar se tuvo que realizar una reperforación del antiguo y en pueblos como Olula de Castro y Velefique los sondeos han permitido que se sustituyan recursos procedentes de los nacimientos de la sierra por otros acuíferos de mayor calidad. A pesar de que sólo la cuarta parte de los recursos existentes son bombeados, las aguas subterráneas abastecen en nuestro país, según los estudios del Instituto Tecnológico Geominero, a un tercio de los regadíos y al 80% de las poblaciones. De hecho, son las regiones más secas las que hacen un mayor uso, de ahí la necesidad e importancia de una gestión cuidadosa y planificación eficiente. A corto y medio plazo, según las previsiones de Diputación, habrá problemas de abastecimiento en el Campo de Tabernas por la proliferación de sondeos, que están sobreexplotando los acuíferos, para las actividades agrícolas.

Durante los últimos tres años, además de las captaciones, la Diputación de Almería ha puesto en marcha potabilizadoras en los núcleos de Alicún, Almocáizar (Los Gallardos) y Fuente de la Higuera (Benizalón), así como en la adaptación del instrumental sin uso, por la tecnología con la que habían sido construidas por la Consejería de Medio Ambiente, en Somontín, Benizalón y Tahal. Ha invertido en la legislatura en curso más de 6,4 millones de euros en la mejora de las redes del ciclo integral, obras relacionadas con la instalación de telemandos, mejoras energéticas y de conducciones a los depósitos y control de fugas.

Además, han destinado cerca de 300.000 euros a subvenciones a municipios con problemas de abastecimiento. Tan sólo Benizalón han recibido más de 100.000 euros porque el pago de las cubas había generado una deuda municipal de casi su presupuesto. Otros 3,9 millones se han empleado en construir y arreglar cinco depuradoras y en diferentes obras de saneamiento. Las estaciones EDAR que se han tenido que reparar son las de Tabernas y Antas y se han construido tres más en la barriada de Limara en Arboleas, Huéchar en Alhama de Almería y Tallón de Olula de Castro. Y es que sin ser su competencia administrativa que corresponde a la administración regional, la institución provincial nunca ha querido ser ajena a los problemas que sufren los pueblos almerienses en una legislatura de contención no ha dejado de invertir en la búsqueda de soluciones. Y es que, como decía Leonardo da Vinci, el agua es la fuerza motriz de toda la naturaleza.