A plena luz del día y portando una pistola, cinco personas de origen marroquí y encapuchadas, entraron a robar en un comercio de venta de frutas y hortalizas situado en el barrio de Buenos Aires, a las afueras de Berja. En el interior se encontraban las dos personas propietarias del establecimiento, un hombre y una mujer. Al primero lo amenazaron con el arma para que les entregara todo el dinero que había en caja y a la segunda la maniataron con una media y la llevaron al cuarto de baño entre tres de los individuos. En la oficina se llevaron unos 2.500 euros, parte en monedas y otra en billetes así como un teléfono smartphone, además de intentar sustraer también un ordenador que finalmente optaron por dejar. El aporte del número IMEI del dispositivo podría permitir su localización, con la consiguiente prueba que llevaría a la detención de alguno de los implicados en el robo. Huyeron en un opel astra de color azul y antes de ello, retuvieron a los denunciantes en el cuarto de baño del que lograron escapar y salir a la puerta en busca de auxilio, pudiendo memorizar al menos los números de la matrícula. Tras dar aviso al 112 y éste a su vez a la Guardia Civil de Berja, en pocos minutos dieron aviso a varias patrullas tanto de Adra, Dalías y El Ejido para encontrar el coche con los datos que habían facilitado los denunciantes. La mujer requirió de asistencia médica y fue trasladada al Centro de Salud de la localidad para ser atendida con una crisis de ansiedad y por lesiones dérmicas por presión en las muñecas.

Tras la denuncia y las primeras pesquisas del Puesto de Berja, el caso pasó a manos de la Policía Judicial que tras una minuciosa observación de la zona, tomó tanto huellas dactilares y de ADN en algunos elementos que los autores del robo podrían haber tocado con sus manos. Por el momento no han trascendido datos de la investigación, aunque al parecer ya ha sido hallado el vehículo utilizado en el atraco que las cámaras de vigilancia no captaron al estar desaactivadas.