Almería

"Mi intención es potenciar la farmacia como un establecimiento sanitario"

  • Juan de la Cruz sitúa su farmacia como la primera de Andalucía en ser cardioasegurada

"Mi intención desde hace tiempo es lograr que la farmacia sea un establecimiento sanitario". Así lo ha indicado el boticario almeriense Juan de la Cruz Belmonte, quien ha señalado que en su intento por lograr este objetivo ha conseguido un importante avance con la distinción de la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de su farmacia, como la primera de Andalucía en ser cardioasegurada.

"Es una herramienta con la que en un futuro contarán la mayoría de establecimientos y que puede salvar muchas vidas en pocos minutos". La supervivencia de muchas de las víctimas de paradas cardiacas depende de que se apliquen las técnicas básicas de reanimación cardiopulmonar en los primeros 3 o 4 minutos, lo que puede aumentar las posibilidades de supervivencia en más del 50% de los afectados. Y en esto se ha basado la farmacia de Juan de la Cruz Belmonte Mena en Vera. Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo occidental y, entre ellas, ocupa un lugar destacado la muerte súbita cardiaca que suele ocurrir, de manera mayoritaria, fuera del entorno hospitalario. La correcta atención a la parada cardiorrespiratoria consiste en la aplicación precoz de una serie de acciones conocidas como cadena de supervivencia que incluye, por este orden, el reconocimiento de la situación y activación del sistema de emergencias sanitarias, el inicio inmediato de las maniobras de soporte vital básico, la desfibrilación eléctrica precoz y la rápida instauración de las técnicas de soporte vital avanzado. Los equipos del 061 asisten cada año alrededor de 1.000 paradas cardiacas fuera de los hospitales en Andalucía. Estos episodios, que pueden sobrevenir en cualquier lugar con pequeños síntomas como el ahogo y la pérdida de conocimiento, están motivados generalmente por problemas de fribrilación ventricular y de taquicardia ventricular sin pulso, que impiden el bombeo de la sangre y la llegada de oxígeno a todo el cuerpo. Los cinco minutos posteriores a una parada cardiorrespiratoria son claves para el afectado y por ello es fundamental que la persona que tiene el contacto inicial actúe de forma inmediata alertando a los equipos de emergencias sanitarias y aplicando entre tanto técnicas de reanimación básicas, como la ventilación boca a boca y el masaje cardiaco externo. La disponibilidad de un equipo de desfibrilación eléctrica precoz, que puede ser utilizado por personal ajeno a la profesión sanitaria con la realización de un curso básico de entrenamiento, añade el recurso más eficaz para restablecer el ritmo cardiaco viable y reducir al máximo el riesgo de muerte. Los profesionales de los centros distinguidos están capacitados para actuar de forma inmediata en caso de presenciar una parada cardiorrespiratoria, sumando sinergias a la posterior asistencia por parte de los equipos de emergencias sanitarias, con los objetivos de disminuir la mortalidad y secuelas a través de una excelente actuación inicial. Cada año, en España se producen en torno a 25.000 paradas cardiacas extrahospitalarias al año. Esta patología afecta a una población con una edad media en torno a los 60 años y, en muchos casos, es la primera manifestación de una enfermedad cardiaca silente hasta ese momento. Desde los centros coordinadores de urgencias y emergencias, ante una situación de sospecha de parada cardiorrespiratoria, se anima y se explica a los alertantes como realizar estas maniobras básicas mientras que llegan los equipos de emergencias al lugar del suceso, dado que está demostrado que intentar aplicar estas técnicas a pesar de no tener conocimientos previos en primeros auxilios, ayuda a muchos pacientes.

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