Almería

Más años y mejor calidad de vida

  • Los almerienses ganan siete años de esperanza desde 1980 Las mujeres ya se acercan a los 85 y los hombres 81 Unos de los mejores datos nacionales

Almería está ganando población mayor de 65 años y perdiendo menor de 18. Es una constante en toda España que se comienza a dar incipientemente en la provincia, aunque a menor ritmo que en otros lugares. Cada vez se envejece más y mejor y la vida se estira, pero hay menos partos. De ahí que la pirámide de población cada vez se cuadre más. Los mayores almerienses tocan cifras de edad muy difícilmente alcanzables décadas atrás. Soledad García (Soledad Tolley en norteamérica, pues su marido es estadounidense) tiene 78 años y se encuentra en perfectas condiciones de salud: "Tengo los achaques típicos de la edad, o eso supongo. Padezco de lo mismo o de menos cosas que las amigas de tiempo, así que me puedo dar con satisfecha. Además, tengo la suerte de conservar a mi marido Manuel, así que soy una de esas mujeres que pueden decir que han envejecido bien". En Almería, la media de edad está llegando a los 83 años debido a los 85 a los que llegan las mujeres y los casi 81 de los hombres, según un estudio de la Junta de Andalucía en el que se toma como referencia la media de vida desde que se alcanzan los 65.

Almería ha pasado de ser una de las provincias con menos esperanza de vida y calidad, pues en 1980 apenas se tenía una esperanza de 76 años, a todo lo contrario. El número de defunciones, las causas de muerte y el índice de mortalidad infantil han evolucionado. Los avances de la sanidad y la calidad de vida en la comunidad han hecho que los almerienses vivan una media de casi siete años más en las últimas cuatro décadas. La vida de Soledad es, por suerte, un antónimo de su nombre. Ha llegado a una cierta edad rodeada de los suyos, sus hijos y sus nietos, aunque este no sea siempre el caso. "He tenido la fortuna de cuidar y que me cuiden. Eso sí, he trabajado muy duro durante toda mi vida, no sé si el secreto es trabajar o todo lo contrario, lo que sí está claro es que las condiciones de vida han mejorado, la higiene y, sobre todo, la forma de curarnos, la medicina no es ahora la de antes". Ya hay casi tantos menores de 15 años como mayores de 65. Casi 40.000 personas de diferencia había en 1998 entre los mayores de 65 años y los menores de 15. En la actualidad, la diferencia es apenas de 18.000. Es decir, en apenas 14 años, la población almeriense ha envejecido a pasos agigantados hasta el punto que la distancia entre los mayores y los menores de la provincia se ha reducido en más de un 20%. Según un informe del Servicio de Estudios de la Banca Española, en los próximos años se manifestará un descenso ininterrumpido de la población en edad de trabajar y en un aumento continuado de la proporción de población de más de 65 años.

Aun así, Almería no es de las provincias españolas a las que más debe preocuparle este envejecimiento de la población. La media de edad de los almerienses es de 39,29 años, por los 36,05 de 1998 según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Córdoba, por ejemplo, asciende la media hasta los 41,05, algo por debajo de Jaén (41,9), pero por encima de Granada, cuyos habitantes rozan los 40 años de media. Este proceso que alcanzará mayor intensidad a partir del 2025, podría llevar a duplicar en el 2050 la tasa de dependencia con respecto a los niveles actuales.

En ausencia de medidas de política económica correctoras, la inflexión demográfica y el envejecimiento de la población determinarían aumentos del gasto público en pensiones; en sanidad y en ayuda social a los mayores que difícilmente se podrán ver compensados por el recorte de otras partidas sociales -como la educación-, o por cambios en el patrón recaudatorio. Estas proyecciones marcan, por tanto, un deterioro de las finanzas públicas en el largo plazo y reclaman el desarrollo de políticas que alteren esta situación.

El estudio indica que con los análisis de sensibilidad disponibles con respecto a distintas hipótesis de partida indican que el fenómeno de envejecimiento de la población es, desde la perspectiva actual, difícil de evitar, a pesar de que el incremento de la tasa de natalidad o la inmigración podrían atenuar su magnitud Desde el punto de vista de la natalidad, solo si se produjera una recuperación inmediata del número medio de hijos por mujer se podría incidir sobre la tasa de dependencia, dado que el grupo de mujeres en edad de tener hijos será todavía numeroso en los próximos años y ello permitiría ampliar la base de la pirámide de la población de forma significativa. Aun así, Almería se puede respirar tranquila con respecto al resto de las provincias españolas. Es la ciudad de España con la tasa de natalidad más elevada. Las almerienses tienen 1,6 hijos de media.

Tan sólo Ceuta y Melilla, otra vez, tienen datos más elevados en este sentido, con 2,15 y 2,35 hijos de media por madre. Ninguna provincia, salvo estas dos, alcanza la cifra de dos hijos por cada madre. En cierta medida, Almería también se ve contagiada por el fenómeno que se produce en Ceuta y Melilla. La inmigraciones una cual procedencia de las mujeres que llegan a la provincia rebaja sustancialmente la media de edad, son madres en edades más tempranas. También incide en el número de hijos, la cultura del árabe, de las que proceden la mayoría de inmigrantes, sigue manteniendo índices de natalidad bastante más elevados que los de la cultura de países occidentales. Así que contribuyen de forma esencial en el desarrollo demográfico de la provincia de Almería.

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