Un hilo de agua se dejó caer de los grifos del barrio de Los Almendros el pasado sábado. El proceso para reactivar el servicio que viene desarrollando el Ayuntamiento de la capital convertía el desierto en un oasis, y gran parte de las viviendas volvían a disponer de lo necesario para actividades cotidianas básicas como ducharse o lavar, pero, principalmente, como sustento. Muchos vecinos ya han dejado de llenar garrafas en los puntos de calidad de agua para beber.

Lo que no está tan cerca de regresar es el servicio de electricidad. Endesa ha informado a la Junta de Andalucía, personada como defensa de los vecinos, que "el servicio no se está tramitando porque no hay constancia de la ejecución de las instalaciones necesarias para tal fin". Ante esto, la delegada de Fomento y Vivienda de la Junta, Encarna Caparrós, avisa de que darán los pasos que sean necesarios para agilizar los trámites y devolver la luz lo antes posible a los vecinos del barrio. "Tenemos que estudiar bien la notificación de Endesa, porque realmente no sé exactamente a lo que se refieren, pero vamos a seguir insistiendo y tomaremos la vía necesaria", agrega.

Los vecinos del barrio ya han realizado dos reclamaciones, tanto a Industria como a Consumo, quedando representados en sus peticiones por la delegación de Fomento y Vivienda de la Junta.

Hace algo más de un mes, una reunión a tres bandas entre ciudadanos, Ayuntamiento y Junta tuvo como solución que los primeros llevaran a cabo la creación del boletín necesario para acceder al servicio de luz, es decir, el proceso de formalización del contrato , ya que esta es una zona en la que la mayoría de las viviendas se encuentran conectadas a la electricidad mediante enganches. Es ahí, en ese punto, donde la compañía encuentra los inconvenientes y pide que se lleven a cabo todos los trámites oportunos, tanto burocráticos como mobiliarios. Ramón Santiago, uno de los residentes perjudicados, contó a este periódico que en una reunión a tres bandas entre Junta y Ayuntamiento se acordó que pagaran la luz. "Algo que ya hemos hecho varios vecinos", explicaba a este medio de comunicación.

Los Almendros es un barrio con dificultades económicas, tiene una tasa de paro superior al 70% y eso hace que muchas familias, por no decir la mayoría, no puedan hacer frente al pago de los servicios, incluso esos que son necesarios para subsistir como el agua y claves para las actividades fundamentales, como la luz.

Más de un 60% de los vecinos son ocupados eventuales, es una media muy superior a la de Almería capital (33,62%) y ligeramente superior a la de la comunidad autónoma (40,82%). Un 24,82% de las viviendas del barrio no tienen ascensor y la superficie media por habitante de estas es inferior a las medidas del municipio y la comunidad autónoma, según los datos proporcionados por el Ministerio de Fomento. Este informe apunta a que el espacio público se encuentra sumamente degradado, llena de basura y de vehículos privados apartados. Explica, además, que es un barrio tradicionalmente de clase trabajadora pero de nivel socioeconómico bajo.

Los Almendros es un barrio que fue construido a final de la década de los setenta y debido a las inundaciones que se produjeron en la Almería construida de aquella época, que no se alejaba mucho más de carretera Ronda y que tenía en la zona de El Quemadero su zona más avanzada. Las lluvias torrenciales dieron lugar a la elevación de viviendas en el extra radio de la capital para alojar a todas estas personas que se habían visto afectadas. Eso sí, se suponía que su nueva ubicación iba a ser tan solo temporal.