Almería

Ferial abarrotado pese al calor

  • Los caseteros y titulares de atracciones aseguran que es a partir del miércoles cuando verdaderamente empieza el movimiento en el recinto de la Vega de Acá, cuando hacen caja

Miles de personas abarrotaron el recinto ferial de la Vega de Acá el miércoles por la noche. Niños, mayores y ciudadanos de todos los municipios de la provincia e incluso de un amplio abanico de nacionalidades se dieron cita en una de las noches más emblemáticas de la semana. Ya el tráfico que había por todas las entradas posibles hacía presagiar una noche espléndida en lo que a afluencia se refiere. Apenas se podían dar tres pasos seguidos sin tropezar con un globo, un carrito de bebé o una familia que hacía cola para coger un refresco, subir a una atracción o entrar en una caseta. Y las paradas de autobús repletas de usuarios que apenas entraban en los vehículos y si lo hacían viajaban como bien refleja el dicho: "como sardinas en lata".

El miércoles es ese día que los hosteleros esperaban como agua de mayo para que sus cuentas despegaran de verdad en una Feria que, aunque dura más de semana, el negocio real está en los últimos cuatro días, como indicó a Diario de Almería el presidente de los feriantes. Y para muestra un botón. Los que verdaderamente trabajan en estos días festivos no daban a basto ni en las taquillas de las atracciones, ni en las de las casetas donde se sirve gastronomía tradicional. También las de marcha joven estaban hasta la bandera, con gente que incluso había empalmado la fiesta del mediodía con la nocturna y pensaba aguantar hasta el cierre del recinto ferial.

Y como no podía ser menos, también el parque donde se realiza el botellón estaba al completo desde primera hora de la noche, controlado por la Policía pero sin que nadie hiciera nada para evitarlo.

Desde que arrancaron los festejos en honor a la Virgen del Mar, excepto el primer día que el ferial estuvo concurrido, no fue hasta el miércoles por la noche cuando la algarabía hizo que estallara la diversión. Y en esto mucho tuvieron que ver los miles y miles de niños que se acercaron con sus familias hasta la Vega de Acá para beneficiarse de los descuentos en las atracciones.

Pero no solo la zona de los cacharricos fue el punto neurálgico, sino que los puestos de vinos Cariñena, los pinchos del "quiosco del moro" como lo conocen la mayoría de los almerienses, o los churros con chocolate, hicieron las delicias de una velada que prometía y que superó todas las expectativas con creces.

La Feria de Almería entra ya en su recta final con la satisfacción de ver que cada año crece el número de público que acude y que la recuperación económica puede traer consigo en las próximas ediciones el despegue que el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Almería siempre hubiera querido. Los concejales son optimistas y a la vista de las cifras registradas ya este año, aseguran que el 2015 será definitivamente el año de la recuperación económica y del ambiente festivo que tanto añoran los almerienses desde que se trasladó el ferial de la Avenida del Mediterráneo a la Vega de Acá.

El único incidente que parece estar afectando en la noche es el mal olor que se respira en uno de los puntos claves del recinto, como es en los alrededores de la portada principal. Una fuente con agua estancada está siendo el quebradero de cabeza de transeúntes y feriantes. No estaría mal que los operarios del Ayuntamiento pasaran a revisarla.

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