Almería

Antonio Orozco dejó al pabellón 'temblando'

Diez años han pasado desde que el cantante de L'Hospitalet de Llobregat se presentara por primera vez ante el público almeriense. Diez años en los que sus seguidores no han dejado de acudir a cada una de sus visitas a la provincia, y para la ocasión del pasado sábado 30 no hubo menos expectación. Antonio Orozco presentaba Ozean's Club, un espectáculo que no dejó indiferente a nadie, transmitiendo energía y emoción a cada uno de los asistentes.

El segundo single de Dos Orillas, Temblando fue el elegido para el comienzo de la noche, seguido de Toda mi verdad, y de la mítica canción de su segundo álbum El viaje. Ya tenía al público en el bolsillo, cuando tuvo las primeras palabras de cariño para nuestra tierra: "Será por tus playas, por tus calles, o por tu poca vergüenza, (...) pero ¡qué bonita eres, Almería!".

El concierto continuó con más cortes de Dos Orillas, demostrando que es un disco que se crece con el directo.

La complicidad con el público crecía con cada frase de Antonio: "Un día tuve la suerte de escribir canciones pensando que en algún momento (...) tendría la suerte de poderle decir a todos ustedes que cuando las terminas de escribir y las cantas por primera vez, dejan de ser tuyas, en ese justo y preciso instante, para convertirse en la vida o en el recuerdo de los demás. Ahora yo les voy a pedir (...) que por un momento piensen en la persona más importante de su vida, porque todos tenemos una. Yo les juro de todo corazón que los versos que vienen a continuación no fueron escritos para mí. Fueron escritos para ti, y para ti (señalando entre el público). No se olviden nunca que es mucho más bonito que te digan Te Quiero que tener que imaginárselo. Hay miles de formas de decir las cosas, pero sólo hay una de poderlas decir, y es haciéndolo". Tras esta reflexión, el pabellón rompió a aplaudir y comenzaron los acordes de Eres, tocada solo a piano y cantada por un público conmovido, hasta que llegó una estrofa que confesó susurrarle a su hijo cada noche antes de dormir: "Y la música calla, y los pies no me andan, y mi mundo no gira sin ti".

Con No hay más puso en guardia a los miembros de seguridad del pabellón subiéndose a la valla que le separaba del público, dejándose abrazar por las primeras filas mientras cantaba.

Siguió con la versión que preparó para el recopilatorio Diez de su gran éxito Devuélveme la vida, de nuevo cantada casi entera por unos seguidores emocionados. Sin descanso y lleno de energía continuó con Te esperaré y Dime por qué, tras las que tuvo otro momento de confesión. Jugando de nuevo con las palabras como sólo un poeta como él sabe hacer, recordó con muchísimo cariño a nuestro paisano David Bisbal: "Hace un mes y medio tuve el orgullo, el honor y el placer de estar con él en un estudio de Barcelona grabando una de las canciones más importantes de mi vida. Y hoy que está aquí su familia, con todo el orgullo digo: que me han pasado cosas grandes en la vida, pero muy pocas como encontrarme con un ser humano de la talla de David Bisbal. (...) Hoy él está trabajando fuera, pero donde esté en el mundo, él siempre, siempre, se acuerda de su Almería querida. (...) Quizá me estoy tomando la licencia de decirlo, pero no hay mejor sitio que este, y es que gracias a compañeros como él, a gente como yo se nos hace todo más fácil. Muchas gracias, David". Y dedicada para Bisbal, continuó con Siempre fue mucho más fácil, canción con la que más lágrimas se les escaparon a sus fans.

En seguida volvió a subir los ánimos con una nueva versión de Qué me queda en la que iba combinando la velocidad de los tempos.

Tras la presentación de la banda, continuó con Siempre imperfectos, el único tema inédito que contenía el recopilatorio Diez; otro antiguo éxito, Lo que tú quieras soy; y el primer single de Dos orillas, Llegará en la que jugó con el público a mitad de la canción, dejándole cantar sin instrumentos para, de forma inesperada, hacer irrumpir de nuevo la música en la última estrofa.

Llegó entonces el primer amago de despedida, pero el público no le dejaba irse. El pabellón entero cantaba con tanto empeño Estoy hecho de pedacitos de ti que Xavi Pérez, productor de Orozco, tuvo que salir a acompañar al público con el teclado.

Antonio volvió y con una causa mayor que la de cantar. Bromeando con el acento almeriense, contó su colaboración con el hospital de niños San Juan de Dios e invitó a todos a mandar el mensaje LLEGARA al 28015 para ayudar a construir el centro de día que tanto necesitan.

Continuó entonces con la reivindicativa Voces, y sorprendió después con Estoy hecho de pedacitos de ti en una versión muy rockera, no escuchada hasta ahora, y que dejó al público con aún más ganas de Orozco cuando el cantante hizo el segundo intento por irse.

Apareció de nuevo con el tema Dos Orillas, seguido de Llévatelo, donde los asistentes volvían a venirse arriba.

"La gira se acaba, pero el concierto no (...)¿Es que no tenéis casa?", bromeaba con un público encandilado que no dejaba de pedirle más. Antonio no pudo decir que no y el momento de calma llegó cuando se enfrentó él sólo ante el pabellón. Mientras el staff recogía el escenario a sus espaldas, Antonio se abrazó a su guitarra y como si de una reunión de amigos se tratase, contó cómo el sueño de una chica le inspiró Irremediablemente celos, enamorando a quien todavía no lo estuviera esa noche.

Sin querer que el momento acabara nunca, Orozco cedió cuando entre el público le pidieron Sé que te perdí y culminó la noche cantando de nuevo Pedacitos de ti en su versión más íntima.

Con un sonido impecable en directo, un trato cercano y cariñoso con su público, y con la misma energía que derrochó hace ya diez años en el campo de fútbol de Campohermoso, Orozco conquistó de nuevo Almería y dejó temblando a todos los presentes y con las ganas de volver a visitar el Ozean's Club.

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