Almería

El copiar se va a acabar

  • La Universidad incorpora nuevos métodos para evitar plagios utilizando las nuevas tecnologías Los trabajos se cuelgan en programas que operan a través de Internet y detectan 'calcos'

El dopaje en la educación existe. Y tiene varias denominaciones tales; las más comunes son chuleta y cambiazo. Se trata de aprobar con ayuda. Las trampas tienen el mismo método casi siempre, da igual en el ámbito en el que se apliquen. Por ejemplo, basta con pensar en las transfusiones de sangre, famosas a raíz de unos cuantos casos de relevancia en el ciclismo. Pues en la educación, igual. Se guarda conocimiento para recuperarlo después, en pleno examen, cuando la rampa del conocimiento se alza y cuesta superar el desnivel. En ese momento, no basta solo con el agua.

Y hace un par de décadas, el asunto era más sencillo, menos enrevesado, con menos frentes abiertos. Porque ahora las nuevas tecnologías han supuesto una evolución a la hora de innovar en el modo de copiarse, antes solo valía un papel (o varios) en los que pintar una letra minúscula; pero en los días que corren, con los teléfonos inteligentes y el wi-fi, todo es posible. Lo que sucede es que no solo en los exámenes se buscan artimañas para engañarse a sí mismo y a quien pone la nota, también es muy recurrente eso de plagiar en los trabajos, esos que se hacen cuando el profesor no está mirando. Con Internet se abrió un mundo de posibilidades. Algunos hicieron el agosto abriendo páginas destinadas al copia y pega y, lo mejor de todo, es que ofrecieron desde el primer minuto el calificativo de sus usuarios, con espacios como www.elrincondelvago.com.

Pero forma en la que se practica la docencia también está evolucionando y está haciendo uso de las nuevas tecnologías. Así, durante las últimas fechas, distintas universidades, entre las que se encuentra la de Almería, han comenzado a utilizar programas como Ephorus, creado en 2003 cuando Internet empezaba a extenderse por todo el mundo y las oportunidades de plagio se propagaban.

El uso deprogramas como estos todavía no se ha extendido al 100%. Y, como en todo, hay docentes que creen necesaria su aplicación para guardarse las espaldas y otros que estiman su valoración como la más adecuada, independientemente de la creación de estos programas.

Este programa funciona de una forma muy sencilla. Si se quiere revisar el trabajo académico de un alumno, este sólo tiene que rellenar un formulario y adjuntar el trabajo. Si se trata de detectar posibles plagios a la producción científica de la Universidad de Almería, el investigador sólo tiene que cargar el documento en el programa.

A partir de ahí, Ephorus puede identificar rápidamente textos que incorporen palabras, frases o párrafos reorganizados, detecta incluso los textos que han sido alterados. El análisis lo hace comparando con fuentes públicas de Internet y con los documentos que ya formen parte de la base de datos Ephorus.

El resultado es un informe que consta de dos partes: un resumen y un informe detallado. El resumen muestra de forma general los resultados de la revisión indicando el porcentaje de plagio, la lista de fuentes que ha encontrado. Y, lo más importante, permite mostrar las citas dando la posibilidad de aceptar la cita, con lo que el texto citado dejará de estar marcado como posible plagio. Se completa con un informe detallado en el que es posible comparar el documento enviado con la fuente individualmente.

Con este moderno sistema de prevención de plagios, basado totalmente en la Red, no es preciso instalar software. Basta con pulsar un botón para realizar una comprobación rápida y precisa. Por tanto, ya no es necesario hacer búsquedas para detectar el plagio, ahora es posible revisarlo de una forma mucho más rápida.

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