Almería

El asalto anfibio de Palomares

  • Desembarco de Infantería de Marina con todo su potencial de artillería y armamento en lanchas, acorazados anfibios y helicópteros

No existe la retirada para Infantería de Marina, su retaguardia es el mar, desde el que asaltan la costa con o sin presencia enemiga con su toda su fuerza y potencial de desembarco anfibio. Atacan con el sol a la espalda y con una velocidad de vértigo, en sólo 20 minutos han logrado asentar un batallón en la playa. Ayer lo demostraron en la de Quitapellejos, en la pedanía de Palomares, una exhibición a casi treinta grados de temperatura a media mañana. Tras la llegada a un puesto avanzado del Estado Mayor del Mando Marítimo de la OTAN, encabezado por el almirante inglés Peter Hudson, los primeros en moverse fueron los portadores de las balizas con las que se indican que ha llegado el momento de asaltar la costa. Dos horas antes de la operación ya están mimetizados sobre el terreno, analizando todas las variables y enviando la información pertinente para que la procesen en el cuartel flotante de mando. Nada más correr las cortinas de humos de colores, se configura una operativa de varias oleadas en procesión hacia el litoral. Los primeros en llegar a la arena son los vehículos acorazados anfibios que abren paso al asalto, de los que se reparten por la zona los infantes de marina de la primera sección con un cuerpo a tierra al grito de "salto".

En cuestión de minutos han desaparecido, la ribera del mar está asegurada y se camuflan ocupando posiciones en una arboleda que hay metros más adelante. A continuación es el turno de los vehículos que han convertido al Tercio Armada en una de las brigadas expedicionarias más polivalentes y versátil. Pirañas, Hummer contra carros, artillería autopropulsada con proyectiles que pesan hasta 45 kilos por pieza... el parque móvil de la Armada se va instalando en un despliegue tan rápido como eficaz. Las últimas oleadas son las de los vehículos más pesados, como el municionador, con el que se cierra el círculo de un destacamento que ha ocupado una playa en menos de veinte minutos. Y no sólo llegan por mar, entre las diferentes fases del desembarco, los helicópteros de la Flotilla de Aeronaves de la Armada sobrevuelan la zona que debe ser conquistada y dejan caer con la técnica del fast rope, o en castizo cuerda rápida, a una docena de infantes de marina que no tienen ningún agarre ni anclaje, sólo unos guantes para frenar cuando están llegando al final de la maroma. El batallón de desembarco recibe el apoyo de los cazas Harrior y de la artillería naval. A pesar de la distancia, la mínima de cinco millas, con la veintena de embarcaciones que deambulan estratégicamente por el Mar de Alborán, en todo momento los hombres y mujeres de la Agrupación Reforzada de Desembarco (ADR), con base en San Fernando, siguen las instrucciones que llegan y pueden ir variando desde el buque Castilla. En veinte minutos todo está perfectamente operativo, lo que evidencia la gran capacidad de movilidad y potencia de combate de estas unidades desplegadas. Nada más concluir las maniobras, dada la efectividad con las que se han completado, el vicealmirante Juan Rodríguez Garat felicitó a todas las unidades, así como el general de la Brigada Tercio de Armada, Javier Hertfelder. En la aplicación de las maniobras en el mar de operaciones anfibias del Noble Mariner, la Infantería de Marina aporta la velocidad, capacidad de respuesta y movilidad necesaria, lo que implica proyectar en tierra la máxima potencia de combate empleando una Fuerza de Desembarco lo más pequeña posible.

El Tercio Armada tiene la característica de ser una gran unidad de combate completa en sí misma ante todo tipo de escenarios. Para este ejercicio se ha constituido una Agrupación Reforzada de Desembarco (ADR) bajo el mando del cuartel general de casi mil infantes de marina y algo más de 160 vehículos. La composición está realizada acorde con la misión encomendada de estar preparada para defender la integridad territorial de un país de la OTAN ante un país agresor, sin embargo, la inherente flexibilidad de una fuerza anfibia les hace capaces de poder reenfocar el objetivo para operar frente a un enemigo asimétrico. En la recta final que inician hoy, deberán enfrentarse a una amenaza híbrida, que constituyen fuerzas convencionales y células terroristas, que le llevarán a efectuar una incursión anfibia en el campo gaditano del Retín, simultaneando objetivos en la zona litoral próxima a la playa y otra de más profundidad en el terreno.

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