Almería

Capitán ya es un burro feliz

  • Fue apaleado por varios menores de edad en el barrio de Los Almendros y, tras los cuidados de particulares y la protectora Huella Roja, ya vuelve a trotar en el refugio de Parenas

La historia de Capitán, el burro apaleado en Los Almendros, ha tenido un final feliz. El animal ya trota y galopa en el refugio de Parenas, una especie de parque para la rehabilitación y cuidado de burros de Sevilla, lugar al que fue enviado después de los primeros cuidados que le dieron los voluntarios de La Huella Roja. Jaime es ahora su asno compañero de andanzas. Han hecho buenas migas, aunque esa será la primera historia de muchas tantas que tendrá este animal, que no hizo nada para estar a punto de perder la vida a manos de tres menores de edad en el barrio de Los Almendros.

La historia se remonta a mayo de este mismo año. La Huella Roja lo recuperó y salvó tras ser abandonado, junto a un colegio, y después de haber sufrido una paliza, por lo que el equino presentaba un grave y deteriorado estado de salud a causa de las lesiones. El animal ya había sido avistado por algunos vecinos, de forma que la Policía Local de Almería se desplazó hasta el lugar donde se encontraba el animal. No obstante, no fue hasta poco después cuando los miembros de la protectora fueron alertados de la presencia del burro. Fue una profesora de un colegio cercano al descampado donde estaba el animal la que alertó de la presencia del burro tras escuchar a algunos que planeaban a la salida de clase acudir al lugar en el que se encontraba el animal ya malherido. En este sentido, los propios miembros de La Huella Roja alertaron a los miembros del Seprona de la Guardia Civil.

Una vez en el lugar donde se encontraba el burro, tanto los agentes como los miembros del colectivo comprobaron las múltiples heridas que éste presentaba, ya que habría sido golpeado repetidamente incluso con algún objeto contundente. Asimismo, presenta heridas en el recto como consecuencia de haber sido maltratado y estaba completamente deshidratado y desnutrido.

El equipo fue examinado por un veterinario de la Junta de Andalucía, quien comprobó que el animal carecía de chip identificativo. Así, con la ayuda de los miembros del centro zoosanitario de la capital, el burro pudo ser trasladado hasta las dependencias de La Huella Roja en Roquetas de Mar (Almería), donde fue bañado y alimentado y ahora trata de recuperarse de sus lesiones.

Cerca de 10.000 personas solicitaron a través de la plataforma digital de apoyos Change.org medidas legales contra los autores de la paliza y abandono de Capitán. Más de medio centenar de personas realizaron donaciones, tanto económicas como de material, para garantizar la supervivencia del equino, que ha recibido varias visitas veterinarias para supervisar su estado y recuperación, ya que se encontraba seriamente desnutrido.

La historia de Capitán es una de tantas en las que, por desgracia, los animales, sea del tipo que sean, encuentran un maltrato por parte del hombre, ya sea en forma de abandono o de agresiones.

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