Almería

Cementerio Inglés, ¿municipalizado?

  • Solitario. A solicitud de la pujante colonia británica y en solar cedido por el Ayuntamiento capitalino, fue construido en el Marchal de Iniesta, lindero a la Cañada del Gitano

HASTA que no publiqué en Diario de Almería sendos artículos (2009-2011), el concejal Carlos Sánchez ignoraba todo sobre el origen y circunstancias del Cementerio Inglés. Pero lejos de agradecerlo y pedir opinión como haría cualquier gestor responsable, su repuesta fue la de cerrar a cal y canto, con portón metálico y candado, el espacio funerario, para que nadie viese (ni pudiera criticar) su lamentable estado de abandono. Y así tres años sin que se tuvieran noticias. En otras ciudades lo embellecen (caso del Saint George, en Málaga), abren al público y publicitan como atractivo en circuitos turísticos. Tras ese prolongado silencio y conversaciones con la legación consular british, con calculada ambigüedad manifiesta a cierto diario que el parto de la burra ya ha roto aguas: la titularidad del minúsculo recinto pasa a propiedad del Ayuntamiento capitalino después de su preceptiva inscripción en el Registro de la Propiedad. La pregunta es: ¿cuándo ha tenido lugar dicho acto administrativo?; por ahora la fecha solo está al alcance de adivinos del Tarot. La repuesta se la debe a los ciudadanos, a ser posible en Pleno. Dicho lo cual, si con anterioridad critiqué la irresponsable gestión que obliga al Municipio a pagar una millonaria indemnización sancionadora, o la suciedad y carencia de servicios básicos, en esta ocasión no me duelen prendas en felicitar al concejal por las mejoras visibles últimamemente en todos los espacios abiertos al público en el cementerio de San José.

GESTIONES INICIALES

El número de extranjeros asentados en Almería ya era considerable al concluir el Trienio Liberal (1820-1823), incrementándose de manera notable conforme avanza el siglo XIX y aumentan las exportaciones de barrilla, esparto, albayalde, plomo y plata, uva, mineral de hierro… y contrabando con Gibraltar El padrón vecinal se enriquece con apellidos de procedencia europea: Duomovich, Greppi, Murrison, Spencer, Fischer, Cuartara, Barrón, O´Connor, Grisolia, Mac Murray, Durbán, Maresca, Cassinello, etcétera. Una clase social dedicada con empeño al comercio interior y exterior, con Gibraltar y puertos mediterráneos como destinos preferentes; descrita con fino trazo en sus modos, costumbres y relaciones humanas por Davillier, Pedro Antº de Alarcón o Garzolini. De religión protestante en su gran mayoría, ante la dificultad que supone la repatriación a sus naciones de origen, optan por ser enterrados en suelo almeriense, aunque en lugar diferente al cementerio católico de San José. Ahora bien, que ocurrió desde aquellos lejanos años veinte con quienes profesaban el anglicanismo?, dónde les dieron sepultura? Nada sabemos. Del primitivo camposanto de la rambla de Belén no existen libros de enterramientos (ni creo que lo hubiera; tampoco listados de nombres en el trasvase al nuevo), y en las actas de Cabildo municipal, la otra potencial fuente documental, tampoco he encontrado la más mínima alusión. También pudo ocurrir que dispusieran de una zona acotada (aunque los planos disponibles no la indican), o bien que trasladase su inhumación a la cercana Málaga.

A partir de ahora extractaré párrafos y resoluciones de la farragosa información custodiada en el AMAL. El primer paso para la construcción del cementerio británico corresponde al propio Consistorio:

Que no habiendo en esta población cementerio a donde puedan ser conducidos los cadáveres de los que mueren sin pertenecer a la comunidad católica.

SOLICITUD APROBADA

Dado su carácter humanitario, la moción presentada fue aprobada en un pleno de agosto de 1869 presidido por el Alcalde 1º Mariano Álvarez Robles, pero por las razones que fuesen el proyecto no cristalizó. Hubo que esperar al 15 de octubre de 1877 para que aceptasen la petición del vice-cónsul, Felipe Barrón, solicitando terreno a espaldas del Cementerio Católico en la extensión de treinta y siete varas de longitud por veinticuatro de latitud (equivalente a 888 metros cuadrados) para dar sepultura a los cadáveres que profesan la religión protestante (…) Siendo de cuenta del peticionario la cerca y camino que ha de facilitar la conducción de cadáveres por el interior del Católico, y la apertura y colocación de puertas y reja de comunicación. Finalmente habilitaron un acceso independiente al recinto presidido por una capilla anglicana, hoy desvalijada de cualquier tipo de ornamentación. Era alcalde Juan de Oña y la medición la efectuó el arquitecto Municipal, Trinidad Cuartara Cassinello, en el Marchal de Iniesta, lindero a la Cañada del Gitano, en un trozo de secano que con anterioridad perteneció a Dª Isabel Quesada Ruano y más adelante, por permuta, al Municipio. Solitario y aislado, se unió al general cuando a finales de aquella centuria edificaron la necrópolis "neutra" o Civil. Antes, al inicio de 1878 ya se sucedieron los enterramientos bajo el ritual evangélico. Sin embargo, el expediente administrativo de traspaso del terreno se paralizó, debido tal vez al fallecimiento del Sr. Barrón, no otorgándose la obligada escritura. Ello llevó (diciembre, 1892) al nuevo representante consular, Guillermo M. Lindsay, a reclamarla por segunda vez e idéntico resultado negativo:

"Tengo que manifestarle a ese Excmo. Ayuntamiento que en el año 1877, siendo Gobernador Civil D. Onofre Amat, fue regalado por Don Juan de Oña, el alcalde por aquel tiempo, un trozo de terreno situado a espaldas del cementerio nuevo de esta Ciudad, con el objeto de hacer allí un cementerio para enterrar a los súbditos de la Gran Bretaña que tuviesen la desgracia de morir así lejos de su patria. Este regalo fue hecho en tiempo de mi antecesor Don Felipe Barrón, pero hasta la fecha este Vice-Consulado bajo mi cargo no tiene documento posesorio alguno; y necesitando tal instrumento debidamente registrado por el Registro de la Propiedad, acude a este Excmo. Ayuntamiento para que me facilite el título para los objetos correspondientes". Concluía con dos ilustres nombres a los que brindaremos el tratamiento debido:

Excusado es recordar a este Excmo. Ayuntamiento que las cenizas de dos plecaros hijos de esta provincia, a saber, las de D. José Litrán, y la de Don Olallo Morales, reposan en aquel humilde recinto.

ESCRITURA PÚBLICA

El contencioso entre las partes finalizó en la Notaría de D. Rosendo Abad Sánchez e inscripción en el Registro de la Propiedad. Una copia (la que manejo me fue facilitada por Gaspar Cuenca, el penúltimo vicecónsul), fue expedida por D. Antonio Marín Hamal (Méndez Núñez, 17-1º), archivero de este Distrito de Almería: "Escritura de Cesión otorgada por el Excmo. Ayuntamiento de Almería a favor del Vice-cónsul británico del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda. 28 de febrero de 1906". De una parte compareció Gregorio Rodríguez Dionis, en calidad de Alcalde presidente de Almería y de otra Mr. John Murrison, natural de Aberdeen, provincia de Escocia, Inglaterra, representante británico con residencia en esta capital. De sus cláusulas más notables daré cuenta mañana.

Ilustraciones:

No lleva texto pero sí: Fotografías Antonio Cuenca

Antonio Sevillano

Diario de Almería, sábado 8 de noviembre 2014

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