Es tal la magnitud de los problemas que está acarreando la reaparición del botellón en la capital que los partidos políticos con representación en el Ayuntamiento de Almería dejaron ayer al margen las diferencias ideológicas -incluso en la proximidad de las elecciones municipales- para aprobar en Pleno, de forma unánime, un bloque de medidas que apacigüen los ánimos vecinales y concilien los derechos al descanso y a la diversión sin perjudicar a la actividad hostelera. Complicado objetivo ante el cual se propone la creación de un puesto permanente de la Policía Local en el casco histórico y ocio alternativo, además de las multas que están siendo ya impuestas, entre otras iniciativas para cuyo resultado el alcalde asegura estar dispuesto a exigir la colaboración de la Junta y también del Gobierno central al ser una cuestión de seguridad.

"No es solo el botellón, hay amenazas, agresiones e incendios provocados", expuso la concejal de Seguridad y Movilidad, María Muñiz, quien mantiene que el equipo de gobierno está tomando medidas correctoras con el incremento de la vigilancia policial y pasando de la presencia disuasoria, que reconoce no haber servido, a la imposición de multas, además de haber convocado este viernes a la Junta Local de Seguridad para implicar a la Policía Nacional en aquellos delitos que van más allá del mero consumo de alcohol en la vía pública.

Aunque defendió la edil que el equipo de gobierno está arbitrando soluciones, el Partido Popular no puso reparos en aprobar la moción presentada por el PSOE contra el botellón, a excepción de que los socialistas suprimieran la exposición de motivos al incluir críticas a la gestión de Muñiz. "Es un problema serio y está claro -dijo- que la gente está harta de que no nos pongamos de acuerdo en cosas importantes".

Los socialistas aceptaron meter tijera a la moción, salvándose así lo más importante: las medidas a aplicar. Entre ellas, destaca el citado puesto permanente de la Policía, cuya creación está sujeta a un informe de viabilidad por parte de la Jefatura. No goza esta iniciativa, sin embargo, de suficiente confianza a priori. Muñiz explicó al Plenario que ha consultado la propuesta a Intendencia habiendo recibido la consideración de "disparate por dificultades técnicas". No obstante, ante la perseverancia de la concejal socialista Carmen Nuñez, el puesto policial será sometido a "un informe riguroso" que la edil del PP aceptó.

Además del incremento de la presencia policial con carácter disuasorio, pero también sancionando, los grupos políticos trabajarán ahora por determinar un programa de ocio alternativo nocturno que ofrezca otras opciones de diversión a los jóvenes.

Ya el Ayuntamiento, quince años atrás, hizo una intentona de estas características. Durante el mandato del socialista Santiago Martínez-Cabrejas y con Ana Celia Soler al frente de la Concejalía de la Juventud (1999-2003), el equipo de gobierno se enfrentó al botellón importando de Gijón el programa Abierto hasta el Amanecer, con una segunda edición adaptada a Almería, otra movida, que abrió espacios públicos, como institutos, por la noche para ofrecer un amplio abanico de actividades que ayer la concejal de Seguridad redujo a "talleres de papiroflexia o tiro con arco en la Alcazaba".

"No vamos a hacer nada similar", apuntó Muñiz, haciendo referencia a que este programa, desde el punto de vista de alternativa al botellón, no tuvo éxito -aunque sí de participación- ya que el consumo de alcohol en la vía pública siguió concentrándose en puntos de la capital, como el parque Nicolás Salmerón. "Todos somos libres de ir adonde queramos y después del cineforum se irán a hacer botellón porque no lo vamos a tener abierto de madrugada", rebatió la responsable del PP, quien, sin embargo, aceptó poner en marcha actividades relacionadas con la cultura y el deporte a estudiar.

Menos discutidas fueron las medidas aprobadas de incrementar la limpieza en las zonas afectadas por el botellón, llevar a cabo campañas de concienciación en colegios e institutos, con la colaboración sugerida por el PP de la Junta de Andalucía.

El plan de acción también implica la hostelería. Por un lado, el Ayuntamiento reforzará los controles horarios y las inspecciones medioambientales de emisión de ruidos en bares y locales de copas de la zona de la movida -asuntos estos para los que también el Consistorio se dirigirá a la Administración andaluza-, y desarrollará de igual manera campaña de concienciación entre los hosteleros.

Fuera del contenido de la moción, el equipo de gobierno seguirá insistiendo en reunir a la Junta Local de Seguridad, en el que está representada la Policía Nacional, al objeto de que los Cuerpos de Seguridad intervengan porque, señaló Muñiz, "nosotros llegamos hasta donde podemos llegar" en referencia a los últimos sucesos acontecidos como agresiones e incendios. El alcalde intervino en el debate para trasladar a la opinión pública que no tiene reparo alguno en exigir al Gobierno la intervención de la Policía Nacional.

Por otra parte, el sindicato UEMA, en una nota de prensa, ha criticado a Muñiz por pretender "con las dos patrullas de noche erradicar el botellón en pocos días" cuando "disolvió el grupo especial de 14 agentes".