Almería

La apertura de las fosas de represaliados anima a más familias a investigar su caso

  • Los enterramientos de Martín Márquez y de Torcuato Ortega serán descubiertos el lunes después de tres jornadas de excavación

El inicio de los trabajos de apertura de fosas donde presuntamente están enterradas víctimas de la represión que fueron fusiladas durante la Guerra Civil ha animado a más familias de la provincia de Almería a investigar sus casos. Así lo confirmó ayer a Diario de Almería el arqueólogo que dirige el proyecto en el cementerio de San José de la capital, Juan Luis Castro, quien explicó que precisamente ha sido la familia de un militar la que se ha dirigido hasta el camposanto para aportar documentos e información clave que puede llevar a abrir otra fosa, al parecer bien localizada según las coordenadas que ha aportado la familia y el cuartel militar, y descubrir más indicios de asesinatos.

Asegura que esta familia ha sabido del proyecto que se está llevando a cabo a través de las informaciones aparecidas en los medios de comunicación, por lo que no se descarta que el proyecto se amplíe con la apertura de más fosas dentro del cementerio más grande de la ciudad.

Las excavaciones, que se iniciaron el pasado martes, se encuentran ya en un punto crucial. Tanto es así que después de tres días de retirada de escombros, los arqueólogos han llegado ya a una profundidad en la que se han localizado las lápidas de las dos fosas que en la primera fase se han abierto, concretamente la de Martín Márquez y la de Torcuato Ortega.

Será ya el próximo lunes cuando se inicien los trabajos de retirada de los trozos de lápida (está partida debido a la remodelación que se llevó a cabo en el cementerio en el año 1979) para extraer los primeros huesos de esqueleto e iniciar los correspondientes análisis.

Como explicó a este periódico Juan Luis Castro y el resto del equipo que le acompaña en los trabajos, está previsto que el lunes lleguen también nuevas máquinas, una pequeña retroexcavadora, para agilizar los trabajos que hasta ahora se han visto dificultados por la gruesa capa de hormigón que cubre las fosas.

Desde el pasado martes las nietas de Martín Márquez, el último alcalde republicano de Cuevas del Almanzora que fue fusilado en la tapia del cementerio de San José y Santa Adela de Almería durante la Guerra Civil, han permanecido inmóviles en el camposanto. Han querido ser testigo de los trabajos que se están llevando a cabo y quieren estar presentes en el momento en que los expertos extraigan los huesos que podrían pertenecer a su abuelo. Han venido desde Barcelona con esperanza, después de diez años de investigaciones y lucha.

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