Almería

Placer de leer entre padres e hijos

  • La Hora del Cuento regresa a la Biblioteca de Carboneras a la que asisten más de 30 niños La actividad acerca los libros a los futuros lectores a través de una voz que narra historias

Muchos adultos recordarán el ritual de nuestros padres o abuelos leyendo en voz alta un cuento, un recuerdo entrañable de la infancia con el que a los futuros lectores se les permitía sumergirse en fantásticas historias y en mundos mágicos. Contar cuentos desde una edad temprana es importante, ya que supone una actividad de gran valor puesto que ayuda en el desarrollo intelectual, cognitivo y emocional de los niños.

Cada jueves, a eso de las seis de la tarde, la biblioteca municipal de Carboneras se convierte en un espacio donde un grupo de niños entre los 3 y 5 años descubren el placer de la lectura, eso sí, siempre de voz de un adulto -padre, abuelo...-, quien se encarga de relatarles historias de siempre o nuevas creaciones.

Esta actividad se denomina La hora del cuento, un proyecto que comenzó su andadura en el año 2011 a iniciativa de la concejalía de Cultura del Ayuntamiento y la Biblioteca Municipal. Tras cuatro años en marcha, más de 30 niños asisten a la Hora del Cuento, que el pasado 27 de noviembre abrió una nueva temporada.

En la última sesión los pequeños conectaron con la historia de La Luna está triste, un relato que ha sido creado por una de las madres, María Lage Moreda, quien se encargó de transmitir a los pequeños a través de este relato el interés por los cuentos y libros en general.

En el primer encuentro de la nueva temporada de La Hora del Cuento, los niños conocieron las aventuras del Dragón Zog. Éste fue el cuento que eligió María García, una de las madres. El cuento del Dragón Zog es un álbum ilustrado lleno de colorido, de humor, solidaridad y afán de superación.

"El cuento pretende enseñar a los niños a superarse, esforzarse para conseguir lo que quieren y ayudar a los demás", han explicado desde la biblioteca de Carboneras. Tras la lectura, la madre que era enfermera, enseñó a los niños a través de un juego cuál es el trabajo que ella realiza. Y es que después de la lectura, los pequeños realizan actividades lúdicas vinculadas siempre a la historia del libro que han leído.

A La luna está triste o el Dragón Zog se sumarán en las próximas semanas otras muchas historias durante la Hora del Cuento, una actividad que descubre a los futuros lectores el placer por los libros, les acerca al género privilegiado para la educación de los niños y fomenta las relaciones de padres e hijos a través de la lectura.

Padres que apoyan esta iniciativa, ya que como bien han dicho es una actividad con la que los niños aprenden y disfrutan y con la que se incentiva el gusto por la lectura entre los más pequeños.

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