Almería

Listín de Médicos (X) El médico loco

  • Embaucador. El autoproclamado "Médico Loco" apareció en Almería en el verano de 1921 y trajo en jaque a las autoridades sanitarias con sus excentricidades y propaganda agresiva

Trabajando para un encargo muy especial sobre Flamenco -petición a la UNESCO de su declaración como Patrimonio Cultural de la Humanidad- me adentré en la etimología de "Taranto", nuestro más característico cante y baile, y emergieron dos vocablos italianos con marcada entidad: Tarento y Tarantela. El primero se identifica con la capitalidad de la región costera de Apulia y el segundo con una ancestral danza folclórica originaria de Nápoles. Lo sorprendente fue hallar esta última (tarantela) en Almería aplicada a un método curativo basado en el toque de la vihuela o guitarra. Tres años hacía que los franceses habían abandonado su presencia invasora en la provincia cuando un acta de la Junta de Beneficencia nos trasladó (febrero, 1815) al Hospital Provincial, ahora civil y público y antes Real de Santa Mª Magdalena:

En este año se presentó a la Junta Miguel Ortega, ciego, vihuelista, vecino de esta ciudad, solicitando se le satisfaga su penoso trabajo de dos noches y dos días y medio que ha estado tocando la Tarantela a un enfermo a quien le picó este animal (…) y que por disposición de los facultativos se cree ya fuera de peligro; y se acordó que el Administrador le satisfaga sesenta reales por consideración a la falta de sueño y a su trabajo.

AURELIANO RODRÍGUEZ

Ausente de cualquiera otra medicación adicional, llama poderosamente la atención tal práctica sanadora frente a una picadura de insecto -por muy tarántula que fuese- avanzada ya la segunda década del s.XIX. Al hilo de la rareza en cuestión y sin vínculo formal entre ambas, salvo la excentricidad del reclamo publicitario, tal "concierto de vihuela" bien podría, ¡vaya usted a saber!, guardar paralelismo con los tratamientos aplicados también en Almería por un insólito Médico Loco. Terapias ocultadas a la consideración académica representada por el Colegio Oficial de Médicos de la Provincia, cuya junta de gobierno, avergonzada por el ridículo que el colectivo sufría en la prensa, le apercibió bajo multa de 500 pesetas si no cesaba en la propaganda, pese a que éste no había solicitado el alta colegial y por tanto no era titular de pleno derecho. Siendo presidente el oftalmólogo Manuel Marín Amat y vicepresidente Miguel Vigar Jiménez, cuñado del torero Relampaguito, en junio de 1921 Aureliano Rodríguez Gallardo insertó en Diario de Almería sucesivos anuncios pagados de este tenor:

El famoso médico loco en Almería.- Consulta de enfermos desahuciados, a las nueve en punto de la mañana. Consulta, una peseta. El famoso médico es el que más honores, cruces, diplomas y condecoraciones Oficiales ostenta, concedidas por S.M. el Rey, don Alfonso XIII (q.D.g.)

Es el médico que más veces fue encarcelado y acusado de crímenes horrendos, de los que resultó inocente. Plaza de la Constitución, número tres.

En contra de lo publicado hace un par de años en un medio local, conviene subrayar que los hechos acaecieron en el ocaso del segundo reinado borbónico-alfonsino (1921) y no en el "periodo en que perdimos Cuba y Filipinas", ni "a finales del siglo de las guerras carlistas". Seguimos. La curiosidad, expectación, fe ciega en sus métodos e incredulidad, a partes iguales, cundió entre los habitantes de la capital pareja a la indignación del Colegio. Ninguna nota reprobatoria emitió oficialmente contra quien, por otro lado, cabía la denuncia en el Juzgado dado que era forzosa la colegiación so pena de considerarse intrusismo profesional (denuncia que no me consta se llevara a efecto). La amenaza sí quedó reflejada en el acta correspondiente al citado junio de 1921. Aunque, a la vista de sendos artículos en periódicos de la mañana, el menda no se arredró. Su contenido fue agriamente censurado en una columna de opinión de La Independencia, portavoz oficioso del Obispado, pero él seguía erre que erre en su campaña promocional:

Lo… Curas del Médico Loco.- ¡Hechos… no palabras! Curaciones asombrosas, estupendas, de personas conocidas y enfermos desahuciados de Almería (aquí tres nombres de pacientes atendidos). Continuará…

COLUMNAS DE OPINIÓN

Mira si tengo talento

que he puesto una casa putas

al lao del Ayuntamiento

Sabemos cuándo y para qué Aureliano Rodríguez García, el ¿médico? milagroso, aterrizó en la ciudad. Y poco más: lo mismo que llegó se marchó, sin dejar rastro, temeroso quizás de la sanción gubernativa que se le venía encima. Al igual que Perales, ignoramos de dónde era y a qué dedicaba su tiempo libre. En cualquier caso, el pájaro embaucador no trató de ocultarse en un domicilio discreto, al contrario. Se instaló con todas las de la ley en pleno cogollo urbano, en la Plaza Vieja. A un paso de El Nido, concurrido bar al reclamo de los excelentes caldos de albondón y jumilla que despachaba; y aledaño a La Lira, sociedad de pulso y púa en la que Eduardo Salmerón, Tomate el Viejo y asociados invidentes templaban guitarras y bandurrias. Espacioso local donde años después abrió sus puertas la popular Casa Garrote, referencia obligada en noches de vino y rosas. Tampoco sería de extrañar que la centricidad de la "consulta" obedeciese a la proximidad del submundo golfo y miserable del "barrio chino" de Las Perchas, con decenas de potenciales clientes, femeninos y masculinos, aquejados de enfermedades de transmisión sexual: chancro, gonococias, sífilis…

Firmados por el propio autor, ARG, los textos son de abracadabrante surrealismo, de principio a fin. Una sucesión de disparates en los que magnifica sus logros cientìficos, aunque sin especificar ciudades, especialidad o Facultad de Medicina en la obtuvo el título. Un dechado absurdo de victimismo, persecuciones y detenciones (dónde?, cuándo?), de autobombo patológico:

"El que más millones de enfermos desahuciados curó en las cinco partes del mundo; el que menos cobra y más trabaja, el que desengaña y causa asombro por su vista, memoria y ecuanimidad portentosa… El que nunca tuvo rencor a sus acusadores y causantes de su ruina…

Es el médico emancipado de la rutina y de la holganza; por altruismo rinde culto a las miserias humanas con quienes siempre está en contacto para aliviarlas, olvidando las suyas propias"

ACORDE FINAL

Los tres últimos párrafos lo proclaman definitivamente candidato al frenopático:

"Notas.- Se entiende por enfermo desahuciado (negro sobre blanco, el verbo lo prodiga a voleo) todo aquel que se encuentre en inminente peligro de su vida o demuestre inutilidad de algún órgano, el que se encuentre desesperado de recurrir sin resultados a otros tratamientos.

No se visita a domicilio ni se contesta jamás por escrito a las consultas. Se reserva el derecho de admisión y de suspender temporal o definitivamente las curas sin que el paciente, familia o deudo tenga derecho a reclamación alguna. No se admiten menores de edad ni señoras si no vienen en honorable compañía (¿tampoco a las prostitutas vecinas?):

En la consulta del Médico Loco no hay poesía, ceremonias ni confort; pero hay Fe, Esperanza y Caridad".

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