Almería

La invasión de la cotorra argentina

  • Especie invasora que se reproduce con facilidad, hace un ruido espantoso y rivaliza con aves locales Almería se enfrenta a ellas

Se reproducen a una velocidad pasmosa, de vértigo; hacen un ruido insoportable y suponen un importante riesgo para las especies autóctonas. Desde hace algunos años, en Almería ya se han dejado ver, pero en las últimas fechas con cada vez más los avistamientos de las cotorras argentinas; ruidosas, gregarias, roedoras, veloces en su vuelo.

Las han visto cerca de la Universidad de Almería, en El Toyo y en Aguadulce. Su lugar preferido, las palmeras o especies vegetales similares. Almería es un lugar propicio para ellas. ¿Cómo han llegado? Pues como la mayoría de las especies invasoras, por la mano del hombre. Las compran, adquieren o transportan, se escapan o las dejan escapar, se reproducen y bingo, comienzan a reproducirse. El principal problema es que están empezando a desplazar a sus compañeras las palomas, que ya las miran de reojo cuando las ven quitarle la comida. Hay conflicto y se debe mediar, pues aunque cotorra responde al arte de hablar, entre las especies aún no consiguen un dialogo fluido.

La cotorra argentina es una especie de ave de la familia de los loros que se distribuye de forma natural por Sudamérica, y que ha sido introducida en numerosos países. Es apreciada como mascota; nacen en verano, y sus nidos los hacen a una altura que puede alcanzar los 10 metros.

Es de tamaño pequeño, de entre 28 y 31 cm de largo, y tiene entre 120 y 140 gramos de peso. Su plumaje es de un verde brillante, con las alas verdes azuladas; la frente, mejillas, garganta, pecho y vientre son grises claros. Su cola es larga y puntiaguda, de color verde, como el dorso; el pico es ocre y las patas son grisáceas.

Es originaria de Sudamérica, de la zona centro y sur, desde Bolivia y Brasil hasta Argentina, Paraguay y Uruguay. Las introducciones por parte del humano, al comprarla enjaulada y liberarla después, la han extendido por numerosos países de América y Europa, como Chile, Canadá, EE. UU., México, Francia, España, Italia, etc.3 En Argentina originariamente se encontraba sólo hasta el sur de la provincia de Córdoba pero, con el avance del hombre y la forestación que tuvo lugar en la pampa húmeda, hoy día se hallan colonias hasta en el sur de la provincia de Buenos Aires, lo que hace notar su enorme capacidad de adaptación a otros climas y ecosistemas.

En la naturaleza vuelan en ruidosas bandadas a gran velocidad, nunca levantando las alas por encima del cuerpo, y aleteando constantemente. Es capaz de emitir una amplia variedad de chillidos y graznidos, también puede vocalizar o imitar palabras.

Son aves altamente gregarias. Construyen un nido, al contrario que la mayoría de los loros. Nidifican comunitariamente, construyendo nidos que pueden llegar a ser bastante grandes, utilizando ramitas de plantas espinosas entretejidas, y compartiendo cada nido un buen número de parejas. El nido lo ubican en árboles o en estructuras artificiales, como torres de radiocomunicación o tendidos eléctricos.

Ponen de 5 a 8 huevos por nidada, y la incubación dura unos 26 días. Los huevos se adaptan a cualquier tipo de climas templados o tropicales; esto se da por la protección térmica que proporcionan las cámaras de los nidos coloniales.

La población de cotorras se ha multiplicado en España, donde las cotorras son ya un problema para especies autóctonas y para los agricultores en varias ciudades y sus alrededores. Debido a este potencial colonizador y por constituir una amenaza grave para las especies autóctonas, los hábitats o los ecosistemas, esta especie ha sido catalogada en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, aprobado por Real Decreto 1628/2011, de 14 de noviembre,6 y está prohibida en España su introducción en el medio natural, posesión, transporte, tráfico y comercio.

De momento, en Almería, su presencia no se ha convertido en plaga, pero debido a su nivel de reproducción, bastante alto, hay que tenerlas en cuenta, sobre todo, por el cuidado de las especies autóctonas.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios