El Zapillo, Bayyana y la Carretera de Sierra Alhamilla son las tres zonas donde se localiza la prostitución callejera en la capital, según fuentes de la Comisaría Provincial de Almería. Puntos calientes, como así los denominan los agentes, en los que ejercen como mucho diez mujeres que coinciden en el mismo horario. A estas zonas se suma el barrio de Artés de Arcos, donde de forma puntual otras tres mujeres reclaman clientes para subirlos a los pisos que regentan y donde consuman las relaciones sexuales.

La zona de la residencia de ancianos que hay al final de la Rambla Federico García Lorca, casi en la salida de la autovía, es uno de los puntos elegidos en los últimos meses por una sola prostituta, que ofrece sus servicios especialmente a plena luz del día.

Este es el mapa de la prostitución callejera que pinta la Policía Nacional y cuyo control es diario. "Todas las prostitutas de Almería están perfectamente identificadas. Sabemos sus nombres, su nacionalidad e incluso cómo han llegado hasta aquí en muchos de los casos. Si se mueven de provincia en provincia y sus horarios. Nos hemos entrevistado con ellas en más de una ocasión e incluso les hemos dado recomendaciones para preservar su seguridad", aseguran desde la Comisaría, al tiempo que insisten en que "quien piense que en la capital almerienses hay prostitución callejera está apostando a caballo perdedor, pues que en una población de casi 200.000 habitantes haya una decena de prostitutas trabajando en la calle es prácticamente residual".

Sin embargo, el trabajo de seguridad ciudadana de la Policía para mantener el orden público y evitar conflictos sociales es "continuo". En el barrio de El Zapillo con mayor intensidad desde hace apenas 20 días, momento en el que los efectivos recibieron órdenes directas de patrullar por la zona al menos tres veces al día para mantener a raya a las tres mujeres, la suegra y sus dos nueras, que han generado malestar y alarma entre los vecinos. Por la mañana y al mediodía aún más. Y es que la zona se ha convertido en los últimos meses en uno de los puntos más conflictivos. A pesar de que las chicas ofrecen sexo desde hace varios años en el mismo lugar, es desde hace un año aproximadamente cuando más problemas están generando, por su "actitud provocativa, agresiva y coactiva" que tienen.

Los comerciantes aseguran haber tenido pérdidas del 40% desde que hay prostitución en la calle y los vecinos se quejan especialmente de la cantidad de personas que merodean para reclamar sus servicios y de las peleas y reyertas que tienen que soportar, tanto de las meretrices con sus clientes, como de los clientes con los vigilantes de las chicas, o incluso de las mujeres con sus guardaespaldas, que al parecer son sus novios e hijos respectivamente.

Cabe recordar que las tres mujeres que ejercen en la Avenida Cabo de Gata a plena luz del día son una suegra y sus dos nueras rumanas, que a su vez son madre y novias de dos jóvenes mellizos. Mantienen activo desde hace tiempo un negocio familiar que parece ser el que les da de comer a todos.

Como avanzó ayer Diario de Almería, la Unidad Especializada Contra Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (UCRIF) de la Policía Nacional estudia su entorno para averiguar si las chicas ejercen la prostitución de forma libre o por el contrario obligadas. Además, los agentes que controlan la zona, tanto de uniforme como de paisano, han inspeccionado el local donde llevan a sus clientes, ubicado a apenas unos metros de la esquina donde se exhiben, y que al parecer tienen alquilado.

Por el momento, las investigaciones apuntan a que las tres féminas trabajan en este negocio de forma libre, por lo que con la Ley en la mano, los agentes únicamente pueden ofrecer vigilancia para evitar un conflicto social. Fuentes de la Comisaría Provincial recuerdan que la prostitución no es un delito y no se puede perseguir.