Situado entre las calles Instinción y Las Piedras, el antiguo edificio de Protección Civil del barrio de Los Molinos, que está protegido mediante catalogación, se encuentra en un estado lamentable. Su conservación y mantenimiento no existen y son varias las ocasiones en las que los vecinos han pedido su puesta en valor mediante biblioteca o similar, simplemente, para que no se caiga.

En 2013, y en pleno, dentro del marco de rehabilitación de edificios se aprobó por unanimidad su rehabilitación, aunque se anunció que habría que dar prioridades a otros asuntos como era el arreglo de la plaza Vieja, tema que a falta de que se inicien las obras se encuentra encarrillado. O eso parece. Así que puede ser momento, dicen los vecinos, de que se empiece a mirar sobre otros edificios.

Este fue construido por Guillermo Langle y es de propiedad municipal. Junto a él, un parque para el que los vecinos piden algo más de cuidado. el problema es que durante un tiempo ha venido siendo utilizado como lugar de encierro para distintas actividades que nada tienen que ver con el rasgo cultural. Por ello, se pueden encontrar bebidas alcohólicas de distinto tipo o cigarrilos en el suelo, además de humedades en las paredes que están haciendo desprenderse trozos de esta y, lógicamente, también la pintura. En su momento, hubo hasta okupas en su interior.

En 2011, el consistorio llegó a plantearse dialogar con la Junta de Andalucía para acometer un centro de salud, aunque manifestaron estar abiertos a las ideas para su rehabilitacion, descartando, como primera opción, cualquier posibilidad de derribarlo.

Este edificio, siete décadas de historia no es una de las obras referentes en cuanto a arquitectura de la ciudad, pero sí guarda su significado e importancia y puede tener un valor útil e histórico para el barrio de los Molinos.