Una evaluación técnica realizada por un equipo multidisciplinar ha determinado que los desprendimientos de rocas en la muralla sur de la Alcazaba son consecuencia directa de las obras del Mesón Gitano que el Ayuntamiento, a través de la empresa municipal Almería Urban, está ejecutando a los pies del conjunto monumental. Según el estudio, el empleo de maquinaria pesada, "sin la adopción de medidas amortiguadoras", ha podido afectar a la cimentación de la muralla, por lo que recomiendan los expertos la realización de pruebas medidoras de movimientos de forma diligente.

El informe ha sido elaborado por encargo del Grupo Municipal Socialista a profesionales de acreditada experiencia, dos ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, y un arquitecto, los cuales han concluido que "la ejecución de las obras del Mesón Gitano han estado en el origen de los desprendimientos de piedras ocurridos en los días pasados al no haberse tenido en cuenta la situación actual del monumento y al no haber adoptado las medidas necesarias para amortiguar el efecto de las vibraciones producidas por la maquinaria, tanto en la colocación de las placas alveolares como en la ejecución de la cimentación y muros de hormigón".

Los técnicos explican en su informe que el conjunto monumental se asienta sobre un macizo rocoso sensible. De piedra caliza, superficialmente pueden observarse fisuras, una degradación ésta provocada por causas naturales y también por la acción del hombre. Añaden que en los recintos amurallados, la ligazón entre los elementos de la mampostería es "escasa", como consecuencia del paso del tiempo y de que en algunas intervenciones de más de 40 años no se emplearon materiales apropiados.

Como consecuencia alertan de que el macizo rocoso, sobre el que se levanta la Alcazaba, presenta un estado actual de "fracturación y diaclasado", por lo que el monumento "se encuentra en un equilibrio mataestable gravitacional", más acusado -detectan- en la ladera meridional, en donde se apoya la torre de levante.

Esta sensibilidad puede haberse visto perjudicada por las obras del Mesón Gitano, según el estudio, presentado como un informe previo, pendiente de profundización (no entra en consideraciones como el diseño estructural del Mesón Gitano o el deterioro del entorno inmediato de la Alcazaba). No obstante, los técnicos dictaminan que, para la rehabilitación de las cuevas, se "ha descalzado, en una amplia franja, el pie de talud fracturado, profundizándose en su interior y dando a lugar a una distensión generalizada", lo que puede provocar en consecuencia "episodios de inicio de movimientos gravitacionales, relativamente importantes en el futuro aunque ahora sean cuasi imperceptibles, y a hundimientos diferenciales, parcialmente localizados talud arriba". Lo más preocupante es que el informe indica que "puede afectar, seriamente, a algún tramo de cimentación de la muralla de la Alcazaba".

Abundan sobre estos fenómenos de "inestabilidad" asegurando que se han visto "potenciados" por el uso de maquinaria pesada para el vertido de hormigón y colocación de placas, y por la ejecución de los trabajos con vibraciones de excavación y compactación de suelos. Recomiendan para corroborar este diagnóstico ensayos y pruebas geotécnicas, "pero sobre todo" colocar testigos para la observación de "potenciales movimientos incipientes de forma diligente".