Almería

2.000 tortugas moras 'exilian' de la ciudad al campo

  • Los almerienses entregan sus mascotas tras el endurecimiento de la ley con hasta dos años de cárcel. Medio millar será devuelto a Marruecos por la Junta.

Adorables, pero desde la distancia. Es lo más recomendable, si uno no quiere enfrentarse hasta una pena de dos años de cárcel con el reciente endurecimiento del Código Penal, que castiga la tenencia de tortugas moras, especie en peligro de extinción y que está ya desapareciendo de los jardines particulares y terrazas de los almerienses. Las mascotas entregadas y trasladadas al Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) de las Almohallas, en Vélez Blanco, alcanzan los 2.099 ejemplares, muchos de los cuales han sido devueltos a su hábitat natural, mientras que medio millar espera emprender un viaje hasta su lugar de origen, Marruecos.

El 30 de marzo, con la publicación de la modificación del Código Penal en el Boletín Oficial del Estado, puso fin -o se espera- a la tenencia de especies protegidas, como es el caso de la tortuga mora, con multas y penas que pueden llegar a esos dos años de prisión. Se daba de plazo hasta el 1 de julio para que aquellos particulares que tuviesen en casa como mascota un ejemplar de Testudo graeca, la única tortuga terrestre autóctona de la Península Ibérica, se pusieran en contacto con la Delegación Territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, que puso en marcha un dispositivo de recogida de los ejemplares que los ciudadanos han ido cediendo, así como con el Seprona o la Policía Autonómica, y también con el CREA. Este Centro de Recuperación ha sido el destino de las más de 2.000 tortugas que los almerienses han tenido que desprenderse en este tiempo de cortesía.

Es la experiencia de María, una vecina de Roquetas de Mar que cuidaba de Lola y Pepa, las dos tortugas moras con las que jugaban sus dos hijas. "El Seprona no va ir a la casa de nadie a registrar el jardín, pero nos advirtieron de que podíamos ser denunciados por cualquier vecino y nos alertamos, así que decidimos entregar a Lola y Pepa. Nos ha costado mucho, sobre todo, por mis niñas, pero era lo mejor", comenta apenada, si bien convencida de que ha actuado de forma correcta.

Puede estar tranquila, ya que esta especie, aunque haya sido criada en cautividad, se adapta rápidamente a vivir en libertad. De alimentación herbívora, su dieta es rica y variada, nutriéndose de brotes tiernos que aparecen entre el terreno como collejones, albaidas, romeros, etc. Las tortugas, aprovechan las gotas de rocío para beber, así como los pequeños charcos que se forman tras las tormentas o los arroyuelos existentes en su medio.

Previo a la suelta, las tortugas trasladas al CREA han sido examinadas por los veterinarios que han participado en el dispositivo de la Delegación de Medio Ambiente. El equipo veterinario ha inspeccionado a la totalidad de los ejemplares de tortuga recogidos para constatar que no son portadores de enfermedades, procediendo entonces a su puesta en libertad en aquellos casos en los que se ha tenido constancia de que los ejemplares o sus progenitores proceden del área de distribución propia de la provincia.

El examen efectuado a esas 2.099 tortugas ha servido para identificar a 514 ejemplares cuya procedencia es Marruecos. Permanecen en el Centro de Recuperación, en espera de que concluyan las gestiones anunciadas por la Consejería de Medio Ambiente para trasladar a este considerable grupo de tortugas a su lugar de origen.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios