Aunque no todavía muy extendida, cada vez son más los ciudadanos que recurren a los servicios de un detective privado para investigar, por ejemplo, sobre su expareja, empleados, compañeros de trabajo o vecinos para esclarecer alguna situación y contar con pruebas fehacientes en un proceso judicial.

Son muchos los ámbitos en los que la investigación privada de manera profesional se ha convertido en una salida para obtener pruebas que corroboren una sospecha. Bajas fingidas en el aspecto laboral, o en el caso de particulares las infidelidades, conductas sospechosas de hijos, ludopatías, o pensiones compensatorias y alimenticias; son algunos de los servicios más demandados por los clientes. Sin embargo, en los últimos tiempos está comiendo terreno un fenómeno del que cada vez se dan más casos y del que ya se están haciendo eco las denuncias en los medios de comunicación. Se trata de los falsos empadronamientos de familias con el objetivo de que a sus hijos les corresponda un colegio de educación pública determinado, el que se ajuste a sus preferencias.

La empresa Detectives Almeraya, cuya sede está en Conde Ofalia, en pleno centro de la capital, está siendo testigo directo de estas infracciones que cada vez son más recurrentes. Lejos de contar aspectos que puedan poner en peligro la identidad de algún cliente o de otras personas que han formado parte de sus investigaciones, el responsable de esta empresa F. C. C., asegura a Diario de Almería que el empadronamiento, "lejos de lo que mucha gente piensa es un acto administrativo básico y muy importante, además de ser obligatorio. A los españoles siempre nos ha caracterizado la picaresca y no dudamos en hacer uso de ella para escolarizar a nuestros hijos donde deseamos, sin pensar en el perjuicio que eso provoca en otros menores. Esto es, que se llegue al extremo de que otro niño de nuevo ingreso se quede sin escolarizar en un centro que verdaderamente le corresponde, con los problemas para el día a día de una familia que ello conlleva", explica.

En estos casos estamos hablando de un delito tipificado, algo que "las familias que lo hacen ni se paran a pensar y, por lo tanto, es susceptible de investigación y por lo tanto se están jugando la cárcel", comenta F. C. C., sobre una infracción que puede ser sancionada hasta con tres años de prisión.

El método que utiliza el detective para detectar y corroborar este hecho es el seguimiento. "Para evitar y solucionar estas situaciones solemos hacer informes que demuestran que los domicilios aportados son falsos y que la familia en cuestión no residen en los mismos. El resto ya lo corrobora la Policía Nacional de la Junta de Andalucía".

Hacer este tipo de falsificación es relativamente fácil. Hoy día, los Ayuntamientos tan solo piden el Documento Nacional de Identidad para realizar el cambio, sin tener que aportar otros documentos que acrediten el porqué de este cambio. Hace unos años tenía que estar toda la unidad familiar bajo el mismo techo, luego con uno de los progenitores bastaba y ahora las facilidades son tales que basta con acreditar la identidad para hacer el cambio.

Esta práctica no es nueva, pero sí es cierto que se está incrementando dados los problemas para satisfacer la oferta y la demanda en algunas zonas que tienen los centros públicos. La Delegación de Educación es consciente de ello y trabaja para que estas actuaciones no se produzcan.

No son algunos casos, sin tener los últimos datos, se sabe que pueden llegar a ser centenares en la provincia cada año. Además del empadronamiento falso, algunas de las 'trampas' más frecuentes que se dan para conseguir el centro educativo deseado son: hacer la declaración de la renta de la pareja o matrimonio por separado y aportar solo la que más favorece, simular enfermedades o dolencias y presentar certificados médicos falseados o presentar una demanda de divorcio y retirarla cuando culmina el proceso de selección para el colegio (las familias monoparentales tienen preferencia). Todas ellas son maniobras que dan puntos y pueden dar con el objetivo.

La violencia de género es otro de los ámbitos en el que los detectives privados se están erigiendo como una vía para su prevención, detección y persecución. Son muchas las víctimas y también las posibles que necesitan pruebas para aportarlas a un tribunal, como por ejemplo acoso, injurias o intimidaciones por sus parejas o ex. En Detectives Almeraya hacen hincapié en el aspecto de la prevención, ya que hay "futuras víctimas de las que se puede evitar que lo sean. Tu expareja te raya el coche, te asedia en plena calle, pasa o vigila a menudo por tu domicilio con la sola intención de intimidar, coarta tu libertad, te forma discusiones en plena calle y, en la mayoría de las ocasiones, con el argumento de que es por ayudarte", explica el responsable de esta empresa que cuenta con profesionales que abarcan más de 25 años de experiencia en el ámbito de la investigación y de manera acreditada.

En estos casos un detective privado utiliza la contravigilancia con el objetivo de evitar un posible maltrato psicológico derivado de estas conductas posesivas de una expareja. "Todos estos hechos se pueden demostrar en un tribunal a través de nuestros informes, fotos, grabaciones y lo más importante, siendo testigos directos de este acoso a la mujer", explica el responsable.