La extensa llanura que se oculta a espaldas de la Alcazaba, el barranco de La Hoya, acaricia de nuevo el principio de su futuro como parque botánico y arqueológico de la ciudad: el eslabón, -perdido entre diferencias políticas acrecentadas por la crisis-, que termine por recuperar el entorno del principal conjunto monumental y acercar a la ciudadanía a esta zona degradada del casco histórico. El Ayuntamiento de Almería ha dado un primer paso, pequeño ante la magnitud de la actuación, pero de valor al denotar una declaración de intenciones. La Gerencia de Urbanismo se ha hecho con los primeros suelos afectados por este proyecto que anhela desempolvarse.

La cautela rodea a la información. Sería una caída libre dar por hecho una puesta inmediata en escena del proyecto, de que la depende un factor tan incierto como es el acuerdo entre la Junta de Andalucía y el Consistorio, a compartir gastos de varios millones de euros. De hecho, desde la Gerencia de Urbanismo se matiza que la expropiación de los terrenos se ha realizado a petición de los propios propietarios, que han ejercido los derechos que en este sentido les confiere unas propiedades consideradas sistemas generales de espacios libres en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). No las pueden tocar, salvo para hacer obras de rehabilitación estructural. Es decir, salvo que se vengan abajo.

Dicho esto, lo cierto es que La Hoya vuelve a asomarse al panorama político, después de toda una pasada legislatura perdida. La construcción del parque formaba parte de la retahíla de cuestiones a resolver entre la Administración autonómica y local, con desencuentros que terminaron por disolver las comisiones de seguimiento y con ellas el convenio de colaboración para sufragar la inversión necesaria para la recuperación del barranco, estimada, hace años, en unos nueve millones de euros. Junta y Ayuntamiento centraron sus esfuerzos negociadores en la Plaza Vieja y, solventado el acuerdo de rehabilitación, La Hoya, junto a San Cristóbal, la Chanca y El Puche, recuperan su peso en las agendas.

Son zonas que han esperado lo suyo. La Hoya ya perdió en 1996 su oportunidad. Entonces había dinero de la Unión Europea, pero no la titularidad de los terrenos, motivo por el que el Ayuntamiento se vio obligado a renunciar a la subvención, y Almería, con ello, al parque. En 2008, la intervención se recupera. Se realizan catas arqueológicas y hasta un concurso de ideas internacional con la propuesta ganadora, en 2010, que se aferra ahora a una nueva oportunidad.

Buena parte de los terrenos que le faltaban al Ayuntamiento hace veinte años están apalabrados en forma de convenio con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), acuerdo que, por otro lado, requerirá de cierta actualización.

Hay propietarios privados con viviendas a expropiar, para las cuales el Ayuntamiento ha venido consignando partidas que, como el Guadiana, han aparecido y desaparecido de los presupuestos municipales en los últimos años. Si bien, ahora, el Consistorio se plantea retomar su interés. "Nosotros consideramos prioritario esta zona, pero no podemos siempre hacerlo todo solos. Alguien tiene que mover ficha, y esa es la Junta de Andalucía", ha manifestado el actual concejal de Urbanismo, del PP, Ramón Fernández-Pacheco.

Aunque haya lectores que puedan leer cierto distanciamiento -o incluso una nueva arma de confrontación-, los cambios políticos derivados de las elecciones allanan el paisaje. Al otro lado, en el PSOE y al frente de la Delegación Territorial de Fomento y Vivienda, se encuentra Joaquín Jiménez, ex concejal en el Ayuntamiento y con el que Fernández-Pacheco mantiene unas "excelentes relaciones". "Superada la tensión de la Plaza Vieja, estoy convencido de que habrá diálogo en buen tono, aun siendo beligerantes en lo que creamos que es justo para la ciudad", remacha el representante del PP.

Por su parte Jiménez, ya dio su primer paso de acercamiento al solicitar un encuentro con el responsable municipal al objeto de retomar las comisiones de seguimiento y con ellas, desbloquear los proyectos enquistados del Cerro de San Cristóbal, la Chanca, Puche, y también La Hoya.

La primera reunión, celebrada a finales del pasado mes de julio, "ha servido para encargar a la parte técnica de cada administración un informe en el que se repase y se actualice el estado de cada una de las actuaciones", poniendo la lupa especialmente en los gastos anteriores que la Junta y el Ayuntamiento han realizado al objeto de determinar quién debe a quién, y cuánto. Dos cuestiones por las que las comisiones quedaron suspendidas por posturas antes encontradas.

Según ha explicado el delegado de Fomento y Vivienda, la decisión siguiente será la de priorizar las actuaciones pendientes, encabezadas ya por la apertura de la calle Pósito. "Una vez tomada esta decisión, hay que establecer las partidas necesarias de cara ya este próximo ejercicio de 2016 para poder comenzar, estableciendo las aportaciones económicas de cada administración" a ese listado de prioridades.