Almería

A la espera de que el jurado declare culpable a Moya

  • La familia de la bebé asesinada espera que el jurado tenga en cuenta todos los puntos ofrecidos por el abogado Julián Cazorla

Tal y como ha avanzado la vista oral, sería prácticamente un milagro que Jonathan Moya sea declarado no culpable por el jurado popular. Aún así, los nervios son evidentes y la espera se hace tensa. Es evidente en casos como el de Gema María Cuerda, madre de la pequeña Míriam, y de la abuela de la menor, Concha Rodríguez.

Ésta última afirmó a Diario de Almería tras la entrega de los objetos de veredicto que cría que los miembros del jurado "por una parte, lo tienen claro, pero por otra va a ser difícil de elaborar y van a tener que mirar minuciosamente todas las cosas. Visto tal y como se ha planteado, creo que van a tener que agotar los tres días que tienen". Asimismo, la abuela de la bebé reclamó una vez más la "pena máxima" para el acusado pero teme que se vea reducida al no tener el fiscal en cuenta la agravante de alevosía en el delito de detención ilegal. "Espero que al menos sean los 26 años que pide el Ministerio Público", dijo.

El abogado de la familia y acusación particular en la causa, Julián Cazorla indicó que, aunque "las prescripciones técnicas son bastante estrictas, elaborar el veredicto va a ser una labor de chinos". En cuanto a los objetos de veredicto entregados a los miembros del jurado, asegura que "su redacción es eminentemente técnica y no favorece ni desfavorece nuestra petición. Si se aceptan todos los supuestos, se le podrá imponer a Moya la pena que solicitamos pero el jurado no es el que la impone, sino el magistrado, que puede matizarla. Incluso aunque se den todas las circunstancias a nuestro favor, el juez tiene cierta discrecionalidad dentro de unos límites para dictar una pena menor", añadió antes de concluir manifestando que "espero que Moya sea condenado, en caso contrario me llevaría una sorpresa".

"Entendemos que es un sujeto socialmente peligroso, no apto para vivir con normalidad y libertad. Con tan sólo 28 años tiene una ristra de antecedentes penales. Todos sus actos tienen un afán crematístico y toda su vida gira en torno a la mentira, miente sistemáticamente, es incapaz de ser sincero", dijo Cazorla. En esta línea, el abogado defendió que Moya tenía un "plan previamente preconcebido para llevarse a la niña. Tenía la intención de arrebatarla con un afán crematístico. No está clara la manera en la que esperaba obtener el dinero, pero no la sustrajo de manera gratuita o para dar un susto".

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