El Servicio Andaluz de Salud  (SAS) inició ayer la campaña de vacunación contra la tos ferina en mujeres embarazadas que se encuentren, concretamente, entre las semanas 28 y 32 de su periodo de gestación, después de que el Ministerio de Sanidad confirmase que recibirán 14.180 dosis de vacunas adicionales destinadas a los centros de salud de toda la comunidad. 

La de la tos ferina es una vacuna indicada para las gestantes desde hace ya varias semanas, y en principio iba a ser el próximo año cuando se estableciera el calendario de vacunas. Sin embargo, desde el Ministerio y dada la situación epidemiológica de la enfermedad en este momento, se ha garantizado la vacunación antes de que finalice este 2015 y ayer mismo comenzó este calendario.

Con este aprovisionamiento se cubrirá la vacunación de los niños y de aquellas gestantes que lo reclamen, ya que el calendario vacunal andaluz no contemplaba esta opción para las mujeres, sino solo para los niños.

No cabe duda que la muerte de dos pequeños en los últimos tiempos a causa de esta enfermedad ha obligado a tomar decisiones y ha acelerado este proceso. Sin embargo, para evitar que las mujeres que quieran vacunarse no corran el riesgo de llegar a encontrarse sin dosis, se ha optado por posponer la que se aplica a los niños de seis años. Un retraso que no implica ningún riesgo para los menores, tal y como apuntan desde Salud, al igual que la dosis destinada a los bebés de dos meses tampoco ha estado nunca en riesgo de quedar sin existencias.

Pilar Barroso, jefa Provincial del Servicio de Salud Pública, ha manifestado la importancia de que las gestantes hagan uso de su derecho a la vacunación como medida de prevención, pues aunque no asegura la protección al 100% de los menores, sí es cierto que es muy difícil que la padezcan. La tos ferina es una enfermedad que cursa por ondas. "Para que la gente lo entienda, el comportamiento de esta enfermedad cursa por ondas y es cíclico. Simplemente, ahora estamos en uno de esos momentos en el que ha dado con un aumento de casos mayor de lo que es habitual y se está viendo reflejado de manera generalizada en todos los ámbitos territoriales, no solo a nivel regional y nacional, sino también continental e incluso en Estados Unidos", explica la responsable sanitaria.

Esta situación ha coincidido con un momento en el que hay más escasez de vacunas por desabastecimiento a nivel mundial. Por ello, cuando se reunió el Consejo Interterritorial del Ministerio de Sanidad se planteó a todas las comunidades que valoraran la situación epidemiológica que había en ese momento y, además, que aseguraran o pidieran qué vacunas tenían disponibles para ver que actuación llevar a cabo y qué estrategia de vacunación.

"Los casos más graves de la enfermedad se está dando en menores de dos meses, donde todavía no se puede dar la vacuna. De tal manera que a esos niños solo le llegarían los anticuerpos si se los damos a sus madres en el embarazo. Se trata de una protección para ese recién nacido a través de su madre", explica Barroso después de un rápido proceso en el que se ha tenido en cuenta la actual situación epidemiológica y que ha llevado a la Administración a considerar oportuno vacunar a las gestantes en su tercer trimestre de gestación.

La indicación concreta del periodo de entre 28 y 32 semanas de gestación para aplicar la vacuna es debido a que, en el caso de ponerse antes de ese momento, "se corre el riesgo de que no haga efecto porque la protección que da la vacuna es corta y puede que no lleguemos al niño y no pueda la madre trasladarle esos anticuerpos. Mayor de 32 tampoco es lo más deseable porque a algunas embarazadas se les puede adelantar el parto y no le hemos dado tiempo a que esa madre haya generado dichos anticuerpos", concluye Barroso.