Almería

12 paisajes de interés cultural para una tierra de contrastes

  • La Junta aprobó ayer su inclusión en un registro andaluz sin efectos jurídicos El primer paso ha sido la identificación para más adelante sentar las bases de su promoción

Una docena de enclaves de la provincia han sido incluidos en el Registro de Paisajes de Interés Cultural de Andalucía dentro de la heterogénea selección de 118 zonas aprobada ayer en Consejo de Gobierno de la Junta. Es una propuesta de la Consejería de Cultura que pretende mejorar la gestión, estudio y promoción de una serie de paisajes vinculados a la historia, a la explotación de los recursos y, en definitiva, a las tradiciones etnográficas de una región con su propia identidad, de ahí que inicialmente se hayan incorporado áreas territoriales depositarias de un gran legado y valores patrimoniales. En la lista de enclaves almerienses figuran tanto paisajes agrarios como el de Ohanes y Bentarique, como los ligados al pasado minero de Rodalquilar, Sierra Almagrera y Gádor, al de la actividad salinera en Cabo de Gata y a la herencia de otras civilizaciones como la de los moriscos en los pueblos del Sur de los Filabres. También se ha incluido en el censo el único desierto de Europa, un referente internacional que espera que se reactive su catalogación como parque nacional, el prehistórico asentamiento de Los Millares y el paisaje de localidades como las de Chercos, Tahal y Alcudia con su fértil vega que contrasta con la aridez de la zona. Vélez-Blanco y sus espectaculares vistas forma parte de un censo liderado por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico a través del Laboratorio del Paisaje Cultural.

El registro se constituye como un cuerpo de datos homogéneo y normalizado que no tiene efectos jurídicos sobre el territorio o los bienes culturales identificados. Con 118 paisajes hasta la fecha, los aprobados ayer en Consejo de Gobierno, el registro andaluz, que a finales de 2014 terminó su fase principal de levantamiento y conceptualización, se considera un contenedor abierto a nuevas incorporaciones bajo requisitos y condiciones técnicas, formales y metodológicas que se fijen para que administraciones públicas, agentes sociales y ciudadanía en su conjunto puedan hacer suya esta novedosa herramienta de sensibilización y conocimiento de un paisaje cultural identitario, significativo y reconocible de la comunidad. Hay comarcas en la provincia que cuentan con varios enclaves de interés, como ocurre con la comarca de Níjar, mientras que otras como la del Poniente no figuran en el registro pese a ser la de los invernaderos una estampa única en dimensiones en todo el planeta. Tampoco han incluido los autores del censo, un equipo de profesionales del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico y de las Universidades de Sevilla y Pablo Olavide, ningún paisaje de la piedra natural y las canteras de los Filabres. Eso sí, los vestigios de la minería se repiten pese a ser recogidos en la catalogación del patrimonio industrial.

En un primer censo elaborado con los principales paisajes de las ocho provincias en Almería eran siete los designados que se han incrementado hasta la docena. Sorprendentemente, uno de los definidos entonces por técnicos del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico ya no aparece entre los que ayer recibieron su aprobación por la Junta. Hace un año catalogaron a Purchena por la presencia de los vestigios del pasado morisco en sus calles, en sus monumentos y en sus fiestas y tradiciones e incluso su ficha de datos está colgada en el web del Laboratorio del Paisaje Cultural junto a las de otras sesenta zonas y municipios que se pusieron a disposición de la ciudadanía en documentos descargables.

A pesar de no suponer garantía jurídica ni ninguna otra medida de protección formar parte del Registro de Paisaje Cultural, la administración andaluza tiene previsto desarrollar criterios que apoyen su conservación, difusión y uso, la puesta en valor de unos enclaves que han sido testigo del progreso socioeconómico de la comunidad. Teniendo en cuenta la funcionalidad, la herramienta auspiciada a raíz del Convenio Europeo del Paisaje, distingue cinco categorías según sean los asentamientos (rural o urbano), las comunicaciones y vías de transporte (artificiales o naturales), de seguridad o defensa (de posición o de apoyo), de obtención y transformación de los recursos e ideológicos y asociativos (festivo, mágico-religioso, creado o recreado, funerario). Ya se ha dado el primer paso dentro de una estrategia de la Junta con la que pretende crear una marca de calidad territorial en torno a los paisajes culturales andaluces. Y Almería tiene mucho que decir.

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