Almería

El 'Ojo del Águila' vigila el espacio aéreo almeriense

  • Baterías antiaéreas y radares del Ejército de Tierra se reparten por tres puntos estratégicos de la provincia Desde el mar el buque Blas de Lezo complementa la supervisión Seis cazabombarderos apoyan el ejercicio

Por tierra, mar y aire, codo con codo, se contribuye a la vigilancia y seguridad del espacio aéreo del territorio español y, más en concreto, el de nuestra provincia. La operación Eagle Eye, términos del inglés que se traducen como Ojo del Águila, se está llevando a cabo estos días en el sureste peninsular coordinada desde Madrid por el Mando de Defensa y Operaciones Aéreas con el objetivo de poner a prueba todas las capacidades de las unidades de los tres ejércitos en la custodia de la soberanía nacional las 24 horas del día.

El Estado Mayor de la Defensa ha informado que la operativa que se viene desarrollando desde el viernes y concluirá el próximo lunes participan seis cazabombarderos F-18 pertenecientes al Ala 12 del Ejército del Aire que los dos últimos días han sobrevolado el cielo almeriense, la Unidad de Defensa Antiaérea del Mando de Artillería Antiaérea instalada en diferentes puntos estratégicos de la provincia y la fragata Blas de Lezo que paralelamente navega en aguas del Mar de Alborán.

Fuerzas aéreas, navales y terrestres que se han desplazado desde sus bases de origen para llevar a cabo un adiestramiento de vigilancia real, sin simulaciones como en otras maniobras militares y sin fuego, si bien tanto los cazas como la fragata cuentan con su pertinente armamento.

Una batería de misiles Nasams del Regimiento de Artillería Antiaérea 73, que tiene su base en el acuartelamiento de Cartagena, se ha instalado en el Aeropuerto de Almería, otra batería de Hawk del Regimiento de Artillería Antiaérea 74 de Sevilla está desplegada en un cerro de Vícar y un núcleo de mando y control con un radar RAC-3D, una batería de cañones Skydor y otra de lanzadores de Mistral del Regimiento de Artillería Antiaérea 71 de Fuencarral realizan los ejercicios enclavados en la base militar Álvarez de Sotomayor de Viator. Tres puntos del mapa conectados entre sí y con Madrid a través de su Unidad de Transmisiones desde los que sondear el perímetro establecido de más de 75 kilómetros en una zona estratégica de la península y el Mar de Alborán sin posibilidad de que un avión la invada sin ser avistado e identificado en alerta temprana. Todos los vuelos que estos días se han realizado en cielo almeriense han aparecido en los radares del Centro Director de Fuego instalado en una parcela colindante con el aeródromo de El Alquián entre dos baterías de Nasams con capacidad para seis proyectiles cada uno. Allí hay una treintena de efectivos de artillería antiaérea y transmisiones, así como un pelotón de infantería de La Legión que se han encargado de las labores de seguridad en el acceso restringido a la zona. Durante el ejercicio realizan un seguimiento del espacio aéreo de ocho de la mañana a cinco de la tarde, si bien han tenido jornadas maratonianas como las del miércoles en las que continuaron con su propia instrucción hasta la una de la madrugada. Hacen noche en el acuartelamiento establecido con las baterías, pero realizan traslados a la base de Viator para ducharse, así como para el suministro de alimentos y cuestiones de logística. Los del Regimiento de Cartagena se instalaron junto al aeropuerto el domingo y hoy procederán con el repliegue. Las zonas de vida, al igual que los dos lanzadores y puestos de mando, así como el centro director están perfectamente camuflados para no ser identificados desde el aire. En menos de dos horas se instala el campamento, lógicamente la celeridad es imprescindible en la activación de artillería antiaérea ante posibles objetivos enemigos.

Los artilleros controlan en todo momento los medios aéreos desde el centro director de fuegos y sus cuatro pantallas de radar con la cartografía de todos los países. Su comunicación con el puesto de control en Viator y con el Mando de Defensa y Operaciones Aéreas es permanente y cuentan con un radioenlace por satélite cuando fallan los canales habituales. Su ubicación estratégica permite acabar con cualquier punto ciego. "Actuamos como complementos de los escuadrones de vigilancia aérea desplegados por el Ejército del Aire", asegura el capitán de artillería del Grupo II del RAAA 73, Manuel Párraga. A su lado, el capitán del Ejército del Aire, Iván García, recuerda la importancia de la unidades aéreas, terrestres y navales en el ejercicio. En estos días ha sido el enlace directo con el Aeropuerto para no interferir en su actividad. Están a punto de sobrevolar la zona dos cazas que participan en otro ejercicio. Son los vuelos de oportunidad con los que probar sus capacidades.

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