Almería

Los niños del fuego

  • El Infoca cree que parte de los últimos incendios han sido originados por menores con la intención de ver los medios aéreos que combaten el fuego

¿Es posible que un niño origine un incendio forestal de forma intencionada? Al parecer, sí. Al menos eso es lo que afirma Francisco Sánchez, coordinador de la Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIIF) en una entrevista a Diario de Almería junto al agente de Medio Ambiente Juan José Alesina. La razón aparente sorprende y no es otra que la intención de estos menores de poder ver en acción a los medios aéreos del Plan de Prevención y Extinción de Incendios Forestales de la Junta de Andalucía, Infoca.

Según Sánchez y Alesina, la mano de los infantes podría estar detrás de los fuegos de Fondón y Purchena del pasado mes de mayo. En el caso de Fondón, existen indición como una cuerda enganchada en un álamo que pudo ser utilizada para cruzar el río, originándose el fuego junto a esta corriente de agua. Al parecer, varios testigos vieron jugar en la zona a "chavales jóvenes". "Verlos allí, salir el fuego y salir corriendo fue todo una", dice Sánchez, quien apunta que se desconoce la identidad de éstos.

El coordinador de la BIIF muestra su temor en el caso de Purchena, porque "en ese si había niños escondidos en los pinos viendo el fuego". Así se lo comunicó a Sánchez otro agente de Medio Ambiente que pudo verlos con sus ojos. La forma en la que fue provocado el fuego también parece sospechosa. "Ya no sabemos si fueron a ver los medios después o lo provocaron para ver los helicópteros y aviones", precisa.

Aunque asegura que este tipo de incendios surgen "muy esporádicamente", Sánchez recuerda como hace años un cohete provocó un incendio en Ohanes. "A los dos o tres días en el mismo sitio hubo otra vez fuego. Fui y vi a tres o cuatro chavales que no estaban en la escuela, lo que me extrañó, porque era horario de colegio", dice Sánchez, quien tras revisar los posibles puntos en los que podía haber sido provocado el fuego encontró un calcetín viejo quemado, un puñado de broza seca en otro... Mientras llevaba a cabo su inspección "los niños no paraban de preguntar que cuándo venían los aviones, si es que los aviones no iban a ir ese día. Fueron los críos".

Señala otro caso más reciente en la barriada de El Puche, en la que durante el incendio de un cañaveral había niños grabando los helicópteros. En Zurgena el año pasado hubo otro, en este caso al parecer accidental, que fue provocado por niños que estaban haciendo palomitas en un barranco. "Ellos no son conscientes en ese sentido, no le dan mayor importancia. Lo que quieren es ver el vuelo de los aviones y helicópteros y no piensan en las consecuencias que puede tener eso", añade el coordinador de la BIFF.

Por ello, Sánchez y Alesina plantean la necesidad de preparar charlas en colegios para el próximo curso, así como en los pueblos en los que ocurra algo, insistiendo siempre en que se trata de casos concretos y aislados. Además, Sánchez destaca que "si a los niños les transmites bien el tema, se preocupan más que los mayores muchas veces".

Afortunadamente, Almería es de las provincias que menos incendios intencionados tiene. La gran mayoría son negligencias y siempre "más o menos relacionadas con la agricultura, un poquito relacionado con la ganadería, pero aquí no tenemos problemas urbanísticos, de corte de maderas, etcétera", apunta Sánchez, quien afirma que sí puede "haber ciertas venganzas por la caza, quemar pasto para que se regenere el año siguiente en zonas concretas, y el resto relacionado con la agricultura, negligencias de limpiezas de acequias, de personas mayores no tienen capacidad para limpiarlas y trabajarlas y lo mas sencillo es prenderles fuego". También se registran numerosos incendios en las zona de ríos y ramblas con las cañas.

Alesina defiende que no hay un parámetro claro que se repita en los veranos. "La casuística cambia mucho de un verano a otro, aunque la mayoría son negligencias", sostiene, mientras Sánchez apostilla que "aquí no hemos tenido nunca un incendio por barbacoa. Sólo hemos tenido descuidos en casas aisladas, que han tirado los carbones de la barbacoa fuera de las parcelas creyendo que estaban apagados y se han prendido y ha habido dos o tres casos. Eso sí, no por la barbacoa en sí, sino después, a la hora de limpiarla y tirar la ceniza". En este sentido, Alesina recuerda que en el período alto de incendios las barbacoas se precintan, la gente se las encuentra precintadas por orden expresa de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía.

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