Almería

Mayor preocupación por el aumento de terremotos recientes

  • Los vecinos muestran un mayor interés por saber cómo prevenir riesgos a raíz de estos sucesos

Que la necesidad de protegerse de los terremotos no es una invención lo pueden atestiguar los mismos vecinos de la provincia. Son aún recientes los recuerdos de los dos terremotos que tuvieron lugar en Almería en menos de 72 horas entre el 22 y el 25 de enero de 2016.

El del lunes 25, con epicentro en Alhucemas, fue especialmente grave, ya que provocó daños humanos y materiales en Melilla y Marruecos.

Los dos seísmos que tuvieron lugar de manera seguida, y que hicieron tambalearse a la capital, fueron ligeramente superiores a cinco en la escala Richter.

Para que nos hagamos una idea de la magnitud de estos movimientos sísmicos, el de Lorca fue de una intensidad de 5,2. En definitiva, sacudidas fuertes ante las que no vale especular acerca de si tomar medidas o no.

En realidad, la zona del mar de Alborán presenta una actividad sísmica moderada en comparación con otras zonas situadas en el mismo eje tectónico como Grecia o Turquía, donde terremotos graves se producen más frecuentemente.

Pese a esto, no hay que olvidar que de vez en cuando se producen temblores que pueden causar tragedias humanas y materiales.

El proyecto Incrisis, financiado por el instituto Geológico y Minero de España (IGME), reportó la existencia de una desconocida falla de 20 kilómetros en la zona del mar de Alborán.

Esta falla, descubierta en un trabajo conjunto de la Armada Española y Jesús García Galindo, doctor de la Universidad de Granada, fue la culpable de parte de los terremotos de enero.

Aunque los científicos desmienten que esta 'raja' en la corteza vaya a significar más terremotos de mayor intensidad, esto es una prueba más de que, en Almería, más vale prevenir que curar.

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