Hay argumentos para todos los gustos. Que no hay pediatras porque no salen suficientes de las facultades; que si los hay pero las condiciones de contratación en los centros de Atención Primaria del Servicio Andaluz de Salud (SAS) no son dignas; que los pediatras optan por la sanidad privada o se marchan a otras comunidades y otros países donde se reconoce su profesionalidad como es debido... Sea cual sea la razón real, lo cierto es que se trata de una especialidad en peligro de extinción, que tiene a varios centros de salud de la capital, y de la provincia sin esta atención especializada que, según señala la Consejería de Salud de la Junta, deberían de recibir todos los niños menores de 7 años residentes en Andalucía. El último centro que se ha quedado sin pediatra es el de Oliveros. Hasta el pasado mes de junio, los pequeños de la zona eran asistidos por una pediatra titulada y una médica de familia. Tras la jubilación de la pediatra, ha quedado la doctora en medicina general, al frente de más de 2.500 menores que residen en las inmediaciones de este centro sanitario. Desde el Sindicato Médico de Almería (SIMEAL), han insistido en que "esta situación no se puede permitir" y debería de haber obligatoriamente "al menos un pediatra en cada centro de salud", si bien en determinados casos los cupos de pacientes debería de tenerlos en cuenta el SAS y contratar pediatras en función de las necesidades, para poder ofrecer una correcta atención a los menores. Ya en 2012, el Sindicato Médico presentó un escrito a la Fiscalía para informar de la situación en la que se encontraba el centro de salud de Oliveros. En este momento contaba en plantilla con un total de tres pediatras. Uno de ellos de baja por enfermedad varios meses sin que se sustituyera a este profesional. Otro de los pediatras con un horario especial de dos horas y un tercero como el único que realizaba la jornada completa. Para una población infantil cercana a los 4.000 menores. Pero la situación no sólo es así en Oliveros, el Centro de Salud Cruz de Caravaca de la capital dejó el pasado mes de abril de tener tres médicos especialistas en pediatría, y los niños de la zona son atendidos desde entonces por un pediatra y dos médicos de familia. La situación en los centros de salud de la capital en pediatría es un tanto complicada desde hace varios meses. Así, los padres de determinadas zonas han iniciado movilizaciones. Es el caso de los del centro de salud de Cruz de Caravaca al quedarse sin dos pediatras porque han solicitado el traslado a otro centro de salud, y han sido sustituidos por dos médicos de familia para atender a los niños menores de 14 años de este barrio. Se da la circunstancia además, de que a este centro de salud también se desplazan los niños de Piedras Redondas porque desde 2007 están esperando la construcción de su centro de salud y la Junta no cumple con sus compromisos. Además, en Nueva Andalucía los padres también se están movilizando porque de las dos plazas de pediatras que había la Junta ha dejado únicamente una, más un médico de familia. Lo que pretenden los afectados es recoger el mayor número de firmas posible para presentar una queja a las autoridades de la Junta de Andalucía, para que sus hijos reciban la atención pediátrica especializada que se merecen.

En el resto de centros de salud de la capital la situación es la siguiente: En El Toyo hay una plaza de pediatra cubierta por un especialista con una reducción de jornada del 75%; en el Alquián, 1 pediatra; en La Cañada, 2 pediatras; en la Vega de Acá, 2 pediatras; en Alborán, 1 pediatra; en Ciudad Jardín, 2 pediatras; en Oliveros 1 médico de familia; en el centro de salud La Alcazaba-Nicolás Salmerón las dos plazas de pediatría las ocupan médicos de familia; en Plaza de toros hay 1 pediatra y un médico de familia; en Almería Centro, 3 pediatras; en el centro de salud Mediterráneo, 2 pediatras; y en el del Puche las plazas de pediatría las cubren 2 médicos de familia. Desde la Delegación de Salud de la Junta en Almería han insistido varias veces en que los profesionales de medicina general están perfectamente cualificados para ejercer como pediatras, un asunto que ponen en duda algunas madres como M. P.C. Tal y como ha detallado esta usuaria del centro de salud de Oliveros, "llevé a mi hija de 12 meses porque tenía más de 38,5 de fiebre. La doctora se limitó a mirarle los dientes y determinó que era la boca. Como madre le sugerí que la auscultara porque había tenido anteriormente varios episodios de bronquiolitis, le mirara los oídos, o al menos la garganta, pero se negó y me dijo que no era necesario, que eran los dientes". "La misma tarde la llevé al Hospital Virgen del Mar y el diagnóstico fue un cuadro vírico de tipo gastrointestinal". Otra madre, del Cruz de Caravaca, M.J.R, asegura que "llevé a mi hijo de 8 meses y la médica de familia ni lo miró".