Almería

Piden 5 años de cárcel por agresión y amenazas al chófer del autobús

  • El acusado alega legítima defensa ante los "insultos racistas" en su contra

Un joven, de origen magrebí y nacionalidad española, se enfrenta a una petición fiscal de cinco años de prisión por un presunto delito de amenazas, lesiones y resistencia contra el chófer de un autobús urbano de la capital.

Los hechos se remontan a la feria del año 2007, cuando, según el relato del conductor, "un individuo subió al autobús por la puerta de atrás, comenzó a intimidar a los demás usuarios y arrancó todos los carteles informativos que había expuestos en el interior" momento en el que, según aseguró ante el titular del Juzgado de lo Penal número dos de Almería, "le llamé la atención indicándole que debía comportarse y respetar a los demás".

La víctima y dos testigos aseguraron que el joven, "en actitud nerviosa y agresiva", comenzó a golpear al chófer y que, en cuestión de segundos, pidió a su acompañante una navaja con la que "se dirigió hacia el conductor con el afán de clavársela". "El puñal cayó al suelo durante el forcejeo y con el pie lo alejé hasta el habitáculo del piloto", aseguró la víctima, a la vez que indicó que "fue en ese momento cuando el agresor pidió a su compañera una pistola".

El acusado asegura que su agresión fue "en defensa propia" ya que el chófer le había insultado de forma "racista". También declaró que "en ningún momento fui a agredir al conductor con la navaja", pues "simplemente se cayó del bolsillo y estaba cerrada".

Los agentes, que también declararon ante el juez, corroboraron la versión del denunciante y manifestaron que incluso ellos mismos también fueron amenazados por el agresor durante la detención y en el trayecto hasta la Comisaría Provincial del Cuerpo Nacional de Policía, donde se realizaron las correspondientes diligencias.

El chófer se recupera ahora de las graves lesiones y secuelas que le quedaron a consecuencia de la paliza. Pasó dos días ingresado en Torrecárdenas y más de un mes en el que sólo pudo tomar suero como alimento. Está de baja laboral desde el día de los hechos.

El fiscal pide para él tres años de cárcel por un delito de lesiones, un año y tres meses por amenazas y nueve meses de prisión por resistencia y desobediencia.

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