La Policía Local de Almería detuvo pasada la media noche del martes a un tercer magrebí que amenazó de muerte a un taxista en el aparcamiento del Estadio de los Juegos del Mediterráneo.

Los hechos ocurrieron una vez que se disolvió la concentración de los trabajadores en la puerta de la Estación Intermodal (en protesta por la agresión que sufrió un compañero por parte de dos individuos que practican desde hace tiempo el transporte ilegal de pasajeros, o lo que es lo mismo transporte pirata) cuando uno de los taxistas se dirigió al aparcamiento del Estadio del Mediterráneo y allí, un magrebí le increpó y le juró que le iban a "cortar la cabeza a todos los taxistas". Fue entonces cuando de las palabras el extranjero y el taxista pasaron a las manos.

De inmediato la Policía Local se presentó en el lugar y arrestó al intruso que, al parecer, se había desplazado hasta esta parte de la capital para estacionar el vehículo que utiliza para el servicio fraudulento.

Francisco Martínez y Carlos Méndez, presidentes de Radiotaxi y Teletaxi respectivamente, aseguraron que durante la mañana de ayer movieron "todos los hilos" para que hoy se mantenga una reunión urgente con el sector y con las administraciones competentes para llegar a una solución y erradicar tanto el intrusismo como la inseguridad en la capital".

En este sentido, Francisco Martínez indicó que los taxistas no se van a quedar "de brazos cruzados" y si es preciso "o nos tomaremos la justicia por nuestra mano, o convocaremos movilizaciones a diario para que se nos escuche y nos den alguna solución". Martínez aseguró que "el sector está en pie de guerra y a partir de ahora no vamos a permitir que nos sigan quitando el trabajo. Tampoco vamos a dar lugar a que ocurra una tragedia para que la Policía se de cuenta de que es realmente necesario su presencia en puerto, aeropuerto y estación, las 24 horas del día si es preciso".

No obstante, los taxistas aseguran que sí han notado el incremento de efectivos en el último año, pero insisten en que aún así la medida no es suficiente. "Vamos a intentar por todos los medios que unas administraciones a otras no se pasen la pelota de tejado en tejado, puesto que son las tres, las que deben colaborar para que el principal problema que nos afecta se solucione de manera urgente. Ya llevamos muchos años de reivindicación y estamos cansados", incidió el presidente de Radiotaxi.

Los ánimos no están calmados en ninguna de las partes, por lo que los trabajadores temen que surja un enfrentamiento no sólo con magrebíes, sino también con ingleses y alemanes, que trabajan habitualmente en el aeropuerto. Además, aseguran que no son sólo los taxistas lo que están sufriendo el intrusismo, sino que también compañías regulares de autobuses como Alsa están viviendo una merma de viajeros.

En la reunión con las distintas administraciones, que se celebrará en la Subdelegación del Gobierno hoy a las 11:00 horas, los taxistas pretenden poner sobre la mesa tres temas principales, como la necesidad de erradicar por completo el intrusismo, el incremento de efectivos tanto de Policía Local como Policía Nacional, y el incremento de vigilancia para garantizar a los almerienses y a los taxistas la seguridad ciudadana, puesto que aseguran "en los alrededores y en el interior de la estación se ven escenas de todo tipo de corrupción, acosos e intimidaciones de lo que somos testigo a diario los autónomos del taxi", explicaron a este periódico.

El brote de rabia y reivindicaciones fue provocado a raíz de la agresión de dos magrebíes a M. L. U., taxista de Huércal de Almería. Al parecer, los intrusos esperaron al joven en la puerta de la estación, le abordaron por la es por la espalda y le propinaron una paliza que le ha ocasionado una fractura de brazo, tres fracturas de dedos y luxación en una costilla. De inmediato fue trasladado hasta el hospital Torrecárdenas, donde fue atendido de sus heridas. Los dos inmigrantes fueron arrestados por el Grupo Rápido de Intervención Policial (Titán) que impidió que la agresión fuera a más y la huida de ambos individuos.

M. L. U. acudió ayer al Instituto de Medicinal Legal donde fue inspeccionado por un médico forense que emitirá el correspondiente parte sobre las heridas sufridas. Ahora se recupera en su casa e intenta, con esfuerzo, superar la violenta situación que revivió el martes, ya que en dos ocasiones anteriores también había sido objeto de otras dos agresiones cuando desempeñaba su trabajo.