Cuando sonó el despertador a las siete de la mañana, despertaron contentas. Algo extraño, estando de vacaciones. Desayunar y vestirse, atravesar las calles en volandas. Pensando llegar a las siete de la tarde sin pasar demasiado calor. Azahara, Laura, Rocío, Soraya, Indalecio y Juan José estaban a las ocho y media en punto sentadas en la explanada del Centro Comercial Carrefour. En una mano, el disco de Operación Triunfo. En la otra, la cámara de fotos. Cuatro contra una. Ángel Capel es el favorito de este grupo. Pero a una de ellas le encanta Samuel Cuenda. "¡Me ha dicho que soy muy guapa!", exclama. Aprieta contra el pecho la carátula del disco. Indalecio también está satisfecho. Samuel le ha firmado una fotografía.

El ex concursante de Operación Triunfo estaba muy tranquilo antes de salir al recinto donde miles de seguidoras le esperaban. Pero la organización era clara. Ni acercarse a Ángel y un minuto para hablar con Samuel. De reloj. En ese tiempo, el joven de La Cañada volvió a agradecer el apoyo brindado por los almerienses, reiterando que, lo poco que había visto, le había impresionado. "No esperaba para nada a tanta gente, no me han dejado decirle nada a Ángel a quien le deseo lo mejor".

Una vez sobre el escenario, los chicos mostraron un gran desparpajo. "Estamos tan agustito...", Samuel se apodera del micrófono, canta un poco. A su lado, Ángel le presenta, sonriente. Luego saluda a sus familiares y amigos, muchos de ellos han llegado a la capital procedentes de Albox. "Somos casi cien personas los que nos hemos animado", asegura Víctor Ortega, que ya estuvo junto a Capel en una gala en Barcelona. La hermana del concursante, Ana, ha acudido con su hija en brazos. "Hace dos meses que no la veía y se ha sorprendido de lo grande que está". Tuvo palabras también para Samuel, que se mostró cariñoso con la pequeña sobrina de su ex compañero de programa. "Nos ha dado mucha pena que tuviera que abandonar la Academia, no se merecía para nada salir pero ahora queremos que tenga la mayor suerte del mundo", asegura.

Ana Capel mira a su lado. Beatriz Usero baja las escaleras llorando. Estruja la carátula del disco y afirma, entre sollozos. "Me encanta Samuel, sólo por verle llevo desde las nueve de la mañana aquí". Justo enfrente de ella, detrás de las rejas, está Isabel Fernández. Abuela orgullosa de su nieto. Aplaude, le llama. Él la ve desde el escenario. Le dedica la mayor de las sonrisas. Samuel la recoge al vuelo. Sigue firmando discos. Con el nombre de Ángel tatuado en los brazos, Raquel, Celia y Laura se reafirman en sus convicciones. "Nos encanta este niño de Albox, es el mejor de la Academia". Los dos concursantes permanecieron firmando discos hasta las ocho de la tarde. La organización coordinó casi al segundo los tiempos del evento. Después, vuelta a la realidad.

Ángel a Barcelona, donde le esperan profesores y jurado de la Academia más famosa de la televisión. Samuel a casa, con la familia. Los dos contentos. Han sentido de nuevo el calor de la gente. De su gente. Almería ha vuelto a rendirse ante la música.