Almería

A punto de abrir el grifo del gas

  • Medgaz ultima las obras de la Estación de Recepción de El Perdigal · Enagás culmina el tramo terrestre que unirá la tubería entre Almería y Chinchilla para proveer de gas natural al levante de la provincia

Una fuenta de energía alternativa y, sobre todo, más barata y limpia. Esto es lo que está a punto de obtener Almería en las próximas semanas, gracias a la puesta en marcha del gasoducto procedente de Argelia, unas obras faraónicas cuyos primeros movimientos de tierras se iniciaron en junio de 2007 y que verán la luz en el último trimestre del año, aseguran fuentes de las compañías implicadas en el proyecto, Medgaz y Enagás.

La iniciativa gasificará la única provincia andaluza que carece de gas natural. Según las estimaciones de la Cámara de Comercio de Almería, que recogió Medgaz en sus estudios de viabilidad, la provincia cuenta con numerosos sectores interesados y "dispuestos a consumir gas natural, lo que les ayudaría a incrementar notablemente el rendimiento de sus actividades".

El mármol, la agricultura protegida, la industria auxiliar agrícola y las desaladoras son las principales actividades interesadas en su puesta en marcha para abaratar costes, además de la generación eléctrica por ciclo combinado, así como la industria química, el turismo y, por supuesto, el uso doméstico.

Las previsiones que maneja el consorcio Medgaz, promotor del gasoducto, compuesto por la empresa argelina Sonatrach (36%), Cepsa (20%), Iberdrola (20%), Endesa (12%) y Gaz de France (12%), indican que Almería tiene un consumo potencial de gas natural de 556 millones de metros cúbicos al año, una demanda que se prevé que deberá ir creciendo de forma acompasada con la economía provincial.

El proyecto ve así la luz después de su gestación, allá por la década de los setenta, que fue la primera vez que se planteó un gasoducto directo que uniese Argelia con Europa. Entonces, la idea se desechó porque, tras realizar varios estudios de viabilidad económica, era la técnica la que no permitía su construcción, pues no existían barcos preparados para tender tuberías en aguas muy profundas.

El gasoducto se retomó en 2001, con la maquinaria del lado de la infraestructura. Los informes de viabilidad se realizan en 2002 y en 2003 se diseña y confirma el trazado definitivo por donde debe discurrir. Es entonces cuando viene la fase de los acuerdos comerciales para poner en el mercado los 8.000 millones de metros cúbicos al año que posee de capacidad y para obtener los permisos de construcción, entre 2004 y 2006, con lo que la ejecución comienza en 2007. Hace justo dos años, en septiembre de 2007, se inicia el movimiento de tierras en la Playa de El Perdigal, para ubicar la estación de recepción, de entrada del gas natural vía marítima.

La infraestructura parte desde Hassi R'Mel, en Argelia, donde se han enterrado tubos a lo largo de 608 kilómetros, hasta Beni Saf, donde se ubica la terminal de compresión. Desde allí, la tubería discurre bajo el Mar Mediterráneo, a lo largo de 210 kilómetros, en lo que ha supuesto la parte más espectacular de la obra, usando dos embarcaciones de grandes dimensiones, equipadas para soportar el peso de los tubos, realizar los trabajos de soldadura, en cubierta, y dejarlos caer de forma vertical hasta el fondo, en un proceso milimétrico que deja un pasillo de un metro de anchura para su posado en el lecho marino.

En Almería toma tierra en la Playa de El Perdigal, donde recibe, filtra, regula y mide el gas natural. A partir de ahí, Medgaz entrega el hidrocarburo al sistema gasista español.

El tramo terrestre desde Almería lo ha construido Enagás, en un recorrido de 126 kilómetros desde la capital hasta Chinchilla (Albacete), para lo que la empresa líder en transporte, regasificación y almacenamiento de gas natural en España ha invertido algo más de 109 millones de euros en la provincia, dentro de una cifra conjunta de casi 260 millones de euros.

Enagás también adjudicará antes de que concluya 2009 el contrato de licitación de las obras de construcción del gasoducto que unirá Almería con Adra, que cuenta con un presupuesto de 16,8 millones de euros, lo que permitirá distribuir gas natural al Poniente de la provincia. Además, gastará otros 13,8 millones de euros en la estación de compresión que ubicará en Chinchilla (Albacete).

Esta cifra se suma a los alrededor de 70 millones de euros que ha gastado Medgaz en Almería, en los trabajos de carga y descarga en el puerto, donde cuenta con unas instalaciones de gestión y administración, la mano de obra para la fase de construcción y operación y construcción, así como en suministros locales.

Por su parte, Medgaz ha invertido un total de 900 millones de euros para la construcción del gasoducto en todas sus fases y localizaciones, desde Argelia hasta Almería.

Una vez concluidas las obras y realizadas las pertinentes pruebas del correcto funcionamiento de las tuberías, es el Ministerio de Industria el encargado de autorizar la construcción de los ramales que deben partir desde los tres puntos de entrega que Enagás ha dispuesto a lo largo de Almería, para gasificar la provincia y hacer frente a la demanda, y que se ubican en Níjar, Antas y Huércal-Overa.

Fuentes de Enagás aseguran que los tramos que unen Almería con Chinchilla se encuentran en operación o en la última fase de construcción, además de que la conexión que va desde Cartagena a Lorca ya está también disponible.

Ambas compañías, Medgaz y Enagás, han desmentido a este periódico las informaciones hechas públicas el pasado 29 de julio por el consejero delegado de Gas Natural, Rafael Villaseca, quien realizó unas declaraciones en público acerca del gasoducto, del que dijo que su puesta en marcha sería para mediados de 2010, en vez de a finales de 2009. Fuentes de Enagás y Medgaz han asegurado que la fecha prevista inicialmente, para la entrada en funcionamiento de la infraestructura, se mantiene para el último trimestre del año.

Precisamente, Gas Natural ha sonado en los últimos años como una de las 'novias' del proyecto, con el objetivo de hacerse con el 10% de Medgaz, aunque, hasta la fecha, no se ha hecho efectivo.

Al contrario de lo que suele ocurrir en la provincia, en pocas semanas, los almerienses podrán acceder a esta energía, gracias a una infraestructura que sí ha cumplido los plazos.

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