"Espérate que saque el papel y que parezca que sigo dibujando". Sentado en el suelo de la plaza del Educador, abre la carpeta. "Es el más empollón de la clase", afirma su compañera. Los alumnos del Ciclo Superior de Desarrollo y Aplicación de Proyectos de Construcción, del IES Alhamilla de la capital, los futuros delineantes, estuvieron durante la mañana de ayer en la Plaza del Educador, donde disfrutaron de una jornada llena de sol y dibujos.

La actividad está comprendida dentro de los contenidos propios de la asignatura, según señaló la profesora del curso, Rafaela Martín García. "El ejercicio consiste en elaborar un croquis de la fachada que los estudiantes tienen enfrente", asegura la docente.

En un banco, Mohammed, Mariló, Fran y Antonio disfrutan del día. En sus folios blancos dan forma a uno de los edificios con más líneas a repartir. "La gente viene y nos pregunta qué estamos haciendo, se nos acercan y miran por encima del hombro nuestro trabajo", señala Mariló. Todos coinciden: "no es nada complicada, es una práctica muy fácil y esperemos que ésta no sea la última vez porque es algo que nos gusta mucho, se nos está pasando la mañana volando".

Entre el ir y venir de prisas, bolsas, gente, destaca en medio de la plaza la quietud estudiantil. Una sonrisa y respuestas para los sorprendidos. No les molesta estar sentados en el suelo, o que les miren. Ellos se sienten agusto así y quieren repetir.

La profesora está sentada en uno de los bancos, cerca de los alumnos, que acuden a su encuentro para enseñarles su trabajo. Ella les atiende, observa con cariño los dibujos y las trazas de carbón en el papel y les corrige. A veces ellos no lo entienden o no comparten la misma opinión. Pero no importa. Siempre aprenden. Y más en estas circunstancias. Los jóvenes apoyan la idea. Quieren más clases como esa.

En el futuro, recordarán la Plaza del Educador como un enclave en el que una vez dibujaron, dieron rienda suelta a un trabajo que, aparte del aula, también puede llevarse a la calle.

A su lado, mientras están concentrados, pasa la vida. El ajetreo de la vida, de cada momento, pero a ellos apenas les importa. El futuro es suyo. Lo tienen en la mano. Hoy, es un portaminas.