Especializarse en los sectores que más contribuyen al desarrollo socioeconómico de la provincia de Almería y alejarse del modelo de universidad generalista es el reto que ha emprendido la UAL de la mano de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía. Juntos harán posible que el campus almeriense de La Cañada se convierta en un referente europeo con la creación del Centro de Investigación en Biotecnología Agroalimentaria. El consejo de gobierno de la UAL, que contó con la presencia del consejero de Innovación, Martín Soler, aprobó ayer la constitución de un centro que servirá para "poner en común" todo lo que hacen los 40 grupos de investigación y 250 expertos que trabajan cada día en la Universidad de Almería en el ámbito de la agroalimentación. El proyecto contará con una inversión inicial de la Consejería de Innovación de 2,5 millones de euros para equipamiento y gasto de los grupos de investigadores y tendrá un edificio propio a finales de 2010 para que se trasladen todos los profesionales que trabajan en las áreas estratégicas de control biológico, producción integrada, biotecnología aplicada a la agroalimentación, calidad y seguridad alimentaria, nutrición y salud, entre otros ejes de la investigación académica. La Junta respaldará la creación de este centro con el diseño de un Plan Sectorial de Apoyo a la Investigación en el Sector Agroalimentario y garantizará los recursos financieros necesarios para el desarrollo de los proyectos de la UAL a pesar de la crisis. De hecho, la creación del que será un referente mundial coincide con la solicitud de la Universidad de Almería, conjuntamente con las de Cádiz, Jaén, Huelva y Córdoba, de Campus de Excelencia Internacional en el área de agroalimentación.

El consejero de Innovación, Martín Soler, argumentó ayer que esta "potentísima iniciativa" está dirigida a "producir más ciencia, más investigación para que se convierta rápidamente en iniciativas de empresa que mejoren la producción agrícola y la industria agroalimentaria". Según avanzó Soler, en los próximos días su departamento suscribirá un convenio con diez empresas del sector, además de con la UAL, la Fundación Tecnova y la Asociación de Empresas Cosecheras Exportadoras de productos Hortofrutícolas de Almería (Coexphal, para la puesta en marcha de un centro que "trabajará de forma coordinada" con su homónimo en biotecnología alimentaria. Se trata del Centro de Investigación de Control Biológico que se construirá en 1.500 metros de terreno del PITA con la participación de la UAL.

El futuro Centro de Investigación en Biotecnología Agroalimentaria comenzará a trabajar en los servicios técnicos de la UAL y a finales de 2011 se trasladará a su nueva sede, en la que estarán todos los grupos investigadores, en la que la Consejería de Innovación ha invertido seis millones de euros. El consejero destacó ayer que el nuevo órgano de la UAL tendrá una relación preferente con el IFAPA y también con la finca experimental UAL-Anecoop y las empresas de base tecnológica. El futuro centro académico promoverá la investigación básica en calidad y seguridad alimentaria, desarrollará trabajos en alimentos funcionales y nuevas variedades vegetales, aportará conocimiento para el avance de esta industria, así como valor al procesado y envasado de alimentos, sobre todo los de cuarta, quinta y sexta gama, y activará investigaciones sobre alimentos libres de contaminantes orgánicos. También participará en programas formativos de postgrado y hará proyectos de colaboración con empresas, formará doctores de alto nivel científico y transferirá personal científico a los departamentos de I+D+i del sector productivo. "La UAL es la mejor herramienta, la más potente para transformar la economía de la provincia y el entorno socioeconómico", añadió Soler, quien ha precisado que se plantean una nueva titulación académica vinculada a esta iniciativa que será única en nuestro país.

El rector de la Universidad de Almería, Pedro Molina, aseguró ayer que se han consolidado a lo largo de los últimos años un mosaico de grupos de investigación y agentes del conocimiento, incluyendo empresas de base tecnológica e infraestructuras científicas, que hay que seguir potenciando mediante la colaboración del sistema ciencia-tecnología-empresa para mejorar en competitividad científica y comercial y destacó la importancia de "reorientar la investigación y los títulos académicos al entorno social y económico de nuestra provincia". La UAL liderará el cambio del sistema productivo almeriense.